Policiales

Modalidad que se cobró varias vidas

Nueva intimidación a tiros: balean un auto en la zona norte

Un Chevrolet Astra estacionado en Matorras al 800 fue perforado a balazos por desconocidos. La dueña del coche dijo no encontrar motivos para el ataque. Recrudecen las amenazas con sello de plomo


Matorras y Pisco, escenario del ataque contra el Astra.

Poco después de las 6 de la mañana de este viernes un Chevrolet Astra estacionado en Matorras al 800, en la zona norte, fue perforado a balazos por desconocidos, al parecer desde otro automóvil. La dueña del coche dijo no encontrar motivos para el ataque, aunque una versión extraoficial indica que el vehículo, que perteneció a un remisero fallecido, es motivo de disputa y la viuda del chofer es presionada para que lo venda a un bajo costo.

Los tiros despertaron en la mañana de este viernes a los vecinos de la cuadra Matorras y Pisco, a 400 metros de Rondeau al 200. No hubo víctimas: el blanco de los disparos fue un Chevrolet Astra que recibió cinco impactos de bala de grueso calibre en el capó, una puerta y el guardabarros. Ana María, la dueña de la casa frente a donde estaba estacionado, llamó al 911, cuyo operador le recomendó esperar a que llegaran los efectivos para salir a la calle. Los policías recogieron diez vainas servidas de cartuchos, confió una fuente policial.

La investigación del atentado quedó a cargo de la fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno Ana Rabín. Según indicaron desde el área de prensa de Fiscalía, al lugar llegó el Gabinete Criminalístico de la Policía de Investigaciones. En pos de buscar a los atacantes, que no están identificados, se relevarán las cámaras de la zona. “Se desconoce la mecánica y la motivación del ataque”, admitió una fuente de la causa.

Una hipótesis extraoficial indica que el coche, que pertenecía a un remisero fallecido y –según esta versión– se encuentra en sucesión, es motivo de disputa entre los herederos y otra parte que pretende comprar el Chevrolet a un bajo precio y apela a intimidaciones.

Una plaga que se cobra víctimas fatales

El ataque al automóvil fue en el marco de un recrudecimiento de los atentados a balazos sobre la fachada de viviendas. Una modalidad intimidatoria que produjo víctimas fatales. Una de ellas fue la pequeña de 5 años Maite Ponce, quien el 4 de julio pasado recibió una bala en la cabeza que habían disparado desde una moto mientras dormía en un sillón de su casa, en la esquina de Larrechea y Ávalos, en la barriada conocida como El Churrasco, en la zona norte. (Leer más: La Cerámica y El Churrasco, barrios bajo fuego).

A comienzos de esta semana, Juan Manuel González, alias Negro Yony, un vecino de 37 años que cenaba en la casa de su madre en Camino Viejo a Soldini y San Juan de la Luz –en los confines de Puente Gallego–, estaba sentado en la mesa cuando recibió un balazo 9 mm. Murió poco después. Fuentes policiales informaron entonces que fueron motociclistas los que dispararon al menos 6 veces contra la vivienda.

Cerca de la medianoche del miércoles 9 de mayo, Fernando Alexis Pereyra, de 22 años, compartía una reunión en el living de su casa de Rueda al 5300 con un grupo de amigos. Una ráfaga de tiros llegó desde la calle y se coló por puertas y ventanas. Uno de los proyectiles atravesó un mueble, le ingresó al joven en la espalda y le salió por el pecho. Otro le impactó en el estómago. Murió de manera inmediata.

Ante el recrudecimiento de los ataques a balazos contra viviendas, una modalidad que incluye atentados a jueces y policías provinciales vinculados a la investigación que condenó a la banda Los Monos por asociación ilícita, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, reconoció la gravedad de esta modalidad que escala en frecuencia y poder de fuego. Fue durante una conferencia de prensa ofrecida este jueves, en la que propuso, con la mirada puesta en la Justicia, cambiar las calificaciones penales. “Si alguien dispara frente a una vivienda –opinó el funcionario– no quiere amedrentar. Es probable que quiera matar, con lo cual hay que cambiar la jurisprudencia. Es decir, hay que volver a pensar la calificación. Porque una persona que es aprendida en flagrante delito al disparar una casa es probable que sea detenida por el delito de amenaza con arma de fuego, que tiene una expectativa de pena baja. Debería ser intento de homicidio o en grado de tentativa”.

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