Edición Impresa

Otra muerte en el camión

En las últimas semanas dos camioneros perdieron la vida mientras esperaban su turno para descargar en una playa cerealera. Si bien el deceso de ayer se dio por causas naturales, no descartan intoxicación.

La muerte de otro camionero ocurrida en la madrugada de ayer en la playa de la firma Nidera en Puerto General San Martín reavivó la discusión en torno al reclamo que sostienen los transportistas de granos, quienes rechazan la práctica de fumigar la carga mientras esperan para atracar en el puerto por considerarla perjudicial para la salud. Si bien la primera autopsia del Instituto Médico Legal arrojó que el trabajador del volante murió por un paro cardíaco a raíz de causas naturales, voceros de la institución informaron a este diario que “la investigación continuará y se analizarán nuevas muestras” para determinar si hubo o no afección respiratoria.

La noticia se sumó al deceso de un camionero sucedido el 30 de abril pasado en otra playa cerealera de la misma ciudad, al que también le habían fumigado la carga para eliminar insectos a fin de mejorar la calidad de la mercadería. En tanto, la semana pasada se conoció que un chofer oriundo de Los Quirquinchos se había descompensado después de inhalar el veneno en iguales circunstancias.

“Es muy sugestivo”, deslizó Vicente Bouvier, presidente de la Federación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Fatac), con relación a la muerte de un camionero de 59 años, oriundo de Correa, ocurrida ayer alrededor de las 3 de la mañana en la playa de Nidera, cuando fue encontrado sin vida dentro de su vehículo.

“Estaba esperando para descargar. Nos dicen que murió de un paro cardíaco pero vamos a esperar nuevas pericias. Igual insistimos: no tienen por qué fumigar el camión. Nosotros no tenemos nada que ver con la calidad de la mercadería. Eso es un problema entre el acopiador y el destinatario”, sostuvo Bouvier.

El titular de Fatac aseguró que “es necesario suspender esta práctica de una vez por todas”. “Esperamos que se pueda tratar un proyecto de ley con la idea de plantear un amparo colectivo, una medida precautoria que suspenda la práctica de fumigar la carga, y que aplique duras sanciones monetarias para quien no cumpla con la norma”, dijo Bouvier.

Y agregó: “Una vez que se fumiga la carga tienen que pasar dos días para que el veneno haga efecto. Es imposible que en este tiempo el camionero no lo inhale”.

Comentarios