La comisión directiva del Museo de la Memoria se reunió ayer con el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, y resolvió “dejar en manos del municipio la resolución de la prórroga” respecto a la permanencia en el edificio de Moreno y Córdoba del bar Rock & Feller’s, por sesenta días, según precisó a El Ciudadano el funcionario comunal.
Destacó Asegurado que los integrantes del museo “entendieron la complejidad de la situación laboral” y consideraron que “es un hecho que los supera”. También apuntaron que “lo ven como un hecho consumado”.
Los integrantes de la comisión directiva del museo dejaron en claro que “no era lo que querían”, y ahora esperan, planteó Asegurado, que “el 28 de febrero o el 1º de marzo se entregue el edificio”.
A partir de ahora está el compromiso de la Municipalidad de que el próximo 24 de marzo se realice en la que fuera sede del Comando del II Cuerpo de Ejército el acto para evocar el inicio de la etapa más nefasta de la historia argentina.
El secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, mencionó que “hay tres licitaciones en marcha para la realización de arreglos en el edificio” que hasta el presente ocupa el bar. Asimismo el funcionario resaltó la cuestión laboral como “un tema muy sensible” en cuanto a la decisión de otorgar la nueva prórroga para la permanencia del Rock & Feller’s en el predio ubicado frente a la plaza San Martín.
El bar debería haber dejado de funcionar en Moreno y Córdoba el pasado 31 de diciembre, pero desde días antes comenzó a circular la versión de que habría una nueva prórroga para que la empresa propietaria realizara el traslado a un nuevo sitio. Y casi sobre el límite de la fecha establecida los propietarios pidieron a la Municipalidad poder permanecer otros sesenta días en el lugar, planteando que ya habían concretado el alquiler del enorme local de Jujuy y bulevar Oroño, donde hasta ese momento funcionaba uno de los restaurantes de la cadena Petras.
Los empresarios consignaron, como lo habían hecho en otros pedidos de prórroga, que si podían permanecer en el lugar durante algún tiempo más se comprometían a mantener las fuentes de trabajo de los 54 empleados y ello fue el motivo fundamental para que desde el Departamento Ejecutivo se decidiera otorgar la extensión en el plazo para funcionar en Moreno y Córdoba.
Cabe recordar que el Museo de la Memoria fue creado el 26 de febrero de 1998 por el Concejo Municipal a partir de un proyecto que presentaran los entonces ediles Roberto Bereciartúa, Blanca Cánepa, Agustín Rossi, Sansón Meyer Krupick y Raúl Fernández.
Si bien en aquel momento no se determinó cuál sería la sede, una semana después el cuerpo colegiado autorizó al Ejecutivo a realizar gestiones por la propiedad de Moreno y Córdoba, por aquel entonces desocupada.
Más de un año después, otro proyecto, en este caso del entonces concejal de la Unión Cívica Radical Daniel Luna, planteó que el Museo de la Memoria tuviera por sede la que fuera del Comando del II Cuerpo de Ejército y que se pidiera su expropiación a la Legislatura provincial.
En ese lapso se instaló el bar Rock & Feller’s y, tras la expropiación, desde la Municipalidad comenzaron a pagarse las cuotas para la adquisición de la propiedad, obra del arquitecto Ermete De Lorenzi y que integra el catálogo del patrimonio urbano de la ciudad.
También se realizaron infinidad de reuniones con los titulares del emprendimiento gastronómico, que por su parte ampliaron el contrato de alquiler. Con el tiempo llegaron sucesivas prórrogas y también más de un reclamo a través de manifestaciones que llegaron hasta la esquina de Moreno y Córdoba para pedir el retiro del bar y la instalación definitiva del museo que hoy funciona en parte de las instalaciones de Rosario Norte, donde también se encuentra la Secretaría de Cultura y Educación municipal.
Mientras espera la posibilidad de su instalación en el sitio que fue símbolo de la dictadura cívico militar, el Museo de la Memoria que dirige Rubén Chababo ha efectuado numerosas muestras en las instalaciones de la Avenida del Valle y Callao y ha preparado los proyectos para la sede definitiva.
También vale mencionar que el Museo de la Memoria tiene características especiales: no solamente su director fue nombrado por concurso, sino que tiene igualmente una comisión directiva que integran destacadas personalidades vinculadas con derechos humanos: Norma Ríos, Iván Hernández Larguía, Ema Lucero, el obispo Federico Pagura, Marta Díaz y Susana Llera. Entre otras áreas el museo cuenta con un departamento de educación y un centro de investigación.
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