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Les cambiaron la bocha

Otra de Tierra de Sueños: grave denuncia por estafa de compradores de una megatorre en zona norte

Son inversores del emprendimiento inmobiliario Torre Shopping, en Rondeau y Juan B. Justo, en el barrio de Arroyito. Los damnificados afirmaron que compraron departamentos y ahora les ofrecen participar en un fideicomiso hotelero. El caso ya está en la justicia


Más de cien inversores del emprendimiento inmobiliario Torre Shopping, en Rondeau y Juan B. Justo, en el barrio de Arroyito, denuncian que fueron estafados. Los damnificados afirmaron que compraron departamentos y ahora les ofrecen participar en un fideicomiso hotelero. El caso ya está en la justicia, y las primeras resoluciones fueron desfavorables para la firma. Desde el Concejo Municipal, la edila Fernanda Gigliani señaló que ese emprendimiento arrancó en 2012 con fuertes cuestionamientos ya que duplicaba la altura permitida en esa zona de la ciudad. El proyecto es desarrollado por la firma Tierra de Sueños, quien fue varias veces acusada por distintos incumplimientos en loteos desarrollados en la región.

“Se está anunciando tanto en la cartelería en el lugar como en publicidad enorme en los medios y en las redes sociales la llegada de una cadena francesa de hoteles. Somos damnificados porque hemos comprado departamentos. Esa torre iba a ser destinada para viviendas particulares. Y ahora nos salen con otra cosas”, explicó Elio Garro, uno de los inversores.

“Los desarrolladores en un momento nos avisaron que no iba a poder entregar los departamentos. Y nos ofrecieron una participación en un fideicomiso hotelero. Eso es una vergüenza. Estamos indignados. Muchos inversores hemos comprado algunos en cuotas, otros al contado, con un precio diferencial en el pozo. Hemos pagado hasta la última cuota y ese dinero desapareció y no nos entregarán los departamentos”, añadió.

El denunciante sostuvo que en ese torre se proyectaban 240 departamentos, “de los cuales la mitad son inversores y el otro 50 por ciento eran para la empresa constructora”.

La denuncia de Garro no es la primera que se hace pública. El caso había trascendido semanas atrás en el marco de una denuncia judicial que ya tuvo sus primeros avances.

“Mi cliente compró un departamento y ahora pretenden que reciba una renta por la explotación de un hotel no pudiendo escriturar por la propiedad que adquirió en tiempo y forma”, explicó en dialogo con el portal Punto Biz Guillermo Francisca, abogado de otro de los damnificados.

Su cliente logró un fallo a su favor de primera instancia en 2019. En la resolución, firmada en abril de ese año por el juez civil y comercial de la 7° Nominación, Marcelo Quiroga, Tierra de Sueños SRL fue condenada a entregar la posesión y
escriturar en el plazo de 60 días y abonar en el mismo plazo una indemnización. El dictamen fue apelado por la firma desarrolladora. Pero la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Rosario también resolvió a su favor. Los jueces Gerardo Muñoz, Oscar Puccinelli y María de los Ángeles Lotti firmaron el rechazo de los recursos de apelación y de nulidad interpuestos por la demandada, confirmando así la sentencia recurrida.

Según detalló Punto Biz, a pesar de la orden judicial, desde Tierra de Sueños SRL nunca avanzaron en la escrituración. Lo último que supo el abogado del demandante fue en diciembre de 2020, cuando en ocasión de abonar los daños y perjuicios, desde la compañía le dijeron que la escrituración era de “cumplimiento imposible” porque no estaba el final de obra de la torre.

Pero el tema no quedó allí. El letrado detectó que, a posteriori de la firma del instrumento de pago referido, Tierra de Sueños transfirió a un tercero el edificio sobre el cual se resolvió la obligación de escriturar. Dicha cesión ocurrió en el año 2016 y consta en el pedido de quiebra que hace un semana presentó el abogado Guillermo Francisca contra Tierra de Sueños.

De acuerdo a las pruebas que aportó el abogado la torre fue transferida como aporte fiduciario del “Fideicomiso de Administración Hotelero Rosario Business”. Siendo el fiduciante originario Tierra de Sueños SRL, y el fiduciario Admife SRL. Lo particular del asunto es que como accionista de Admife aparece el hermano de una de las socias de Tierra de Sueños.

“Claramente ha sido intención del deudor de ocultar el bien, y así eludir su obligación de escriturar. Por de ello no dio noticia alguna a los compradores. Nunca mencionó inclusive con anterioridad a la promoción de las acciones legales que ya no era el titular registral de la propiedad donde se construía el edificio”, argumenta el abogado Francisca en su pedido de quiebra.

“Durante toda la tramitación del pleito la demandada se comportó como propietaria y decía que no podía hacer la escrituración, porque no tenía el final de obra. Es decir que estuvo fingiendo un título que no ostentaba desde el inicio de la demanda, ocultando la enajenación, y mintiendo sobre la verdadera causa por la cual no podía escriturar, que era
porque había transmitido la propiedad”, agregó.

La cuestión suma otro problema. “No solo no les comunica, sino que también cambia el objeto de la construcción, que de ser unidades individuales para vivienda pasa a ser un fideicomiso para la explotación de un hotel, donde los compradores no tienen más la posibilidad de escriturar, porque no es apto para viviendas particulares conforme el
código urbano”, expuso el asesor letrado al portal de economía y negocios.

La defensa del damnificado directamente habla de “fraude y estafa” al plantear que “ahora el fideicomiso ha contratado con una cadena hotelera internacional para abrir una franquicia en Rosario, en el mismo edificio que construyó con el aporte de todos los compradores y que ahora dice que no les puede escriturar, pero que la ganancia de los
negocios hoteleros quedará entre parientes”.

Un poco más de historia

La concejala Gigliani, del bloque Iniciativa Popular (PJ), recordó que el caso de Torre Shopping “es un capítulo más en una serie de irregularidades” que se plantearon desde que la Municipalidad autorizó la construcción del edificio al parecer sin respetar el código urbano que regía en aquel momento para el barrio de Arroyito.

La legisladora recordó que el permiso de edificación “se otorgó en 2012 con un altura que casi duplica” el máximo permitido en esa zona de la ciudad.

“Esto es un capítulo más de esa gran novela que arrancó en 2012 con una denuncia pública de nuestra parte que después se formalizó en la Justicia. Esa torre tiene una altura que no estaba permitida en el viejo Código Urbano de la ciudad”, explicó la edila.

“La altura máxima permitida para construcciones en ese momento, con la vieja normativa, era de 36 metros y esa torre obtuvo un permiso de edificación, es decir legal otorgado por parte del municipio, de 67,24 metros. Ese planteo lo hicimos en el año 2012 y en ese entonces tomamos conocimiento que se trataba de un edificio de viviendas”, remarcó la Gigliani.

La edila del justicialismo precisó que “de toda la información que había surgido en ese entonces oficial y que generó un expediente en el municipio, siempre se hablaba de un hotel. Hace unas semanas tomamos contacto con los inversores damnificados y nos desayunamos de esta situación”.

La concejala también mencionó que el permiso de edificación lo otorgó la Municipalidad “el 18 de abril de 2012 y de acuerdo a los datos de unas de las causas judiciales que iniciaron los damnificados, algunos de los boletos de compra venta firmados son del 31 de marzo de 2011. Es decir, un año antes de que se otorgue el permiso de edificación”.

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