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Ciencia y Tecnología

Ortodoncia, más que la estética

El odontólogo y docente Alcibíades González explica detalles de todo lo que acompaña a un tratamiento en el que se colocan “aparatos” de corrección. Confluyen diversas disciplinas, ya que al paciente se lo aborda como una unidad.


Google es un universo sorprendente. Tal vez cumpla con el viejo sueño de los enciclopedistas, o con parte de él. Lo de sorprendente tiene que ver con los muchos tipos de ofrecimientos que recibe el usuario. Y, para eso, es sensato estar preparado.

Algunos ofrecimientos por su variedad pueden confundir. Y otros pueden ser, cuanto menos, arriesgados.

Alcibíades González, odontólogo y docente, integrante de la Asociación de Odontología Interdisciplinaria (AOI), institución que capacita a odontólogos en ortodoncia, y miembro extranjero de la Sociedad de Estudios Ortodóncicos de Cuba, sostiene: “Lo que la comunidad debe saber es que un odontólogo para ofrecer un tratamiento de ortodoncia debe pasar por una formación post-egreso de su carrera de odontología”. Y agrega: “La Facultad de Odontología los forma básicamente, tras lo cual un profesional debe seguir capacitándose para acceder a esta disciplina que es la ortodoncia y ortopedia. La AOI, institución a la que pertenezco, le ha propuesto al Colegio de Odontólogos de la Provincia de Santa Fe 2ª Circunscripción que habilite una lista con los odontólogos con orientación a la ortodoncia y que hayan cumplido con un período de capacitación, con lo cual se garantiza a la población un tratamiento realizado por un profesional formado en dicha disciplina”.

—¿Cuánto tiempo se necesita para estar capacitado?

—Un odontólogo general necesita entre tres y cuatro años de estudio y prácticas en la ortodoncia para estar en condiciones de ofrecer tratamientos a la comunidad.

—¿Dónde se dicta esta disciplina?

—En la Facultad de Odontología y en otras instituciones. Nosotros formamos odontólogos en la práctica de la ortodoncia en AOI.

—¿Ante qué panorama se decide indicar este tipo de tratamiento?

—La primera consulta la hace el paciente a su odontólogo general. Los odontólogos están capacitados para orientar y posteriormente derivar sus pacientes a aquellos profesionales que eligieron dedicarse a la ortodoncia. En la primera consulta, el ortodoncista evalúa al paciente para indicarle el tratamiento, si es que su caso lo requiere. En los chicos, muchas veces debemos esperar. De todos modos, a ellos hay que seguirlos desde su nacimiento para detectar tempranamente las malformaciones buco maxilofaciales que los va a condicionar por el resto de sus vidas si no se interviene en tiempo y forma.

—¿Qué se necesita para hacer un buen tratamiento de ortodoncia?

—Se hacen radiografías de la cabeza para evaluar mediciones; radiografías panorámicas de la boca, análisis y hasta se establecen modelos. Pero, además, el paciente es un todo por lo cual nosotros estamos preparados para evaluar el resto de la anatomía la que, de alguna manera, tiene articulación con la boca, que entre otras funciones vitales básicas es el medio para la respiración, la masticación, la fonación, la gestualidad. Además, se debe prestar atención a la columna cervical, a músculos del cuello, hombros y espalda.

—¿Quiere decir que la ortodoncia estudia al paciente como una unidad y no sólo se ocupa de la boca?

—Nosotros estudiamos y trabajamos sobre la unicidad del ser humano, que es un sistema abierto, complejo, en constante intercambio con su entorno y con el medio ambiente. Todo lo cual, en el caso del niño, adquiere una dimensión especial, ya que según cómo se desenvuelva su crecimiento se verá afectada o no su salud para el resto de sus días, y favorecerá a su armonía corporal y a su estética.

—¿Lo estético es parte integrante de la salud general?

—Sí. Pero no sólo se busca el resultado estético, sino que avanzamos sobre la funcionalidad. En nuestros tratamientos tratamos de incorporar a profesionales de otras disciplinas vinculadas con las ciencias médicas, como la pediatría, la kinesiología y nutrición, sobre todo por la consistencia de los alimentos, ya que tiene estrecha relación con la masticación. Lo que nos lleva a revisar el cierre mandibular y la oclusión también.

A propósito: un grupo de profesionales de la ortodoncia están preparando una reunión científica en el Colegio de Odontólogos, para el 17 de este mes. Para la misma, han convocado al profesor Fernando Otero, de Buenos Aires, que es ortodoncista y osteópata, con lo cual se podrán introducir en el terreno de la medicina de la mano de la osteopatía.

“Tratamos de desarrollar el abordaje interdisciplinario de la odontología”, afirma González, y detalla: “Formamos parte de un grupo con dedicación a la ortodoncia que hemos avanzado en estos campos. Por esta razón es imprescindible que la gente sepa que cada vez que tenga que hacer una consulta sobre estos tipos de tratamientos consulte con su odontólogo de confianza que él va a saber orientarlos convenientemente”.

Por fin, Alcibíades González advierte: “”Quiero alertar a la profesión para que se informe debidamente de qué se trata un tratamiento de ortodoncia. La inmensa mayoría de nuestros colegas trabaja con ética. Y, por otro lado, les recomiendo a los pacientes que consulten a su odontólogo de confianza cuando creen que necesitan un tratamiento de ortodoncia”.

A su vez, es necesario realizar una campaña de divulgación en la que no debe estar ausente el Estado. Se trata de un tema de salud pública. Y, por supuesto, las instituciones dedicadas a la formación que deberán desarrollar programas de educación para la salud.

A modo de síntesis, el odontólogo Alcibíades González expresa: “El avance de las tecnologías en las ciencias médicas es hasta avasallante. Se trata de maravillas técnicas con las cuales se pueden hacer cosas que hasta hace poco tiempo eran impensadas. Pero la condición del profesional implica el manejo de conocimientos sobre el cuerpo humano, el criterio diagnóstico, perspectivas y objetivos de los tratamientos que requieren de una preparación rigurosa y científica del profesional”.

Por ello, las instituciones involucradas informan a la comunidad que “ante la necesidad de realizar un tratamiento de ortodoncia, la población consulte con su odontólogo de confianza”.

Los pasos que no deben faltar

Los profesionales que integran el Ateneo de Odontología de Rosario elaboraron un consenso sobre los pasos de un tratamiento ortodóncico, que son los siguientes:

Diagnóstico Jerarquizado (DJ): se establece un orden de desarmonías detectadas con relación al biotipo cráneo-facial, a la etapa de crecimiento y desarrollo, a la complejidad del cuadro y la oportunidad de Intervenciones tempranas.

Plan de Tratamiento: se determina los objetivos del tratamiento en coherencia con el DJ. Todo ello supeditado a la evolución del tratamiento y a los tiempos biológicos.

Terapéutica y Mecanoterapia: se prescribe la secuencia de las diferentes terapias y los dispositivos ortopédicos y/o ortodóncicos que se van a utilizar.

Es indispensable el monitoreo y evaluación periódica del tratamiento, lo cual permite la adecuación permanente de todos los procedimientos para que se puedan alcanzar resultados óptimos.

Claves para un buen tratamiento (Por Raúl Liste / Odontólogo)

Al momento de encarar un tratamiento de ortodoncia las dudas son muchas, la preocupación está ligada con lo estético: ¿me quedarán bien?; con el tratamiento: ¿cuánto tiempo dura?, ¿me va a cambiar la cara?, ¿duele? Ponerse “los aparatos” no es fácil en ningún momento de la vida.

Desde el enfoque científico, todo tratamiento de ortodoncia necesita, primero, hacer el diagnóstico del paciente y, así, llegar a un correcto plan de tratamiento.

Para ello, la boca del paciente debe estar en perfectas condiciones; libre de caries, con una correcta higiene bucal; además de ir a las consultas interdisciplinarias (hábitos, respiración, deglución y cierre lingual), antes y durante el tratamiento.

Para la evaluación de cada caso, el ortodoncista recurrirá a lo siguiente:

Examen clínico: revisión bucal completa para tener una idea clara acerca de la condición de la boca, evaluando también los antecedentes médicos y odontológicos del paciente.

Radiografías: telerradiografía lateral del cráneo, con su respectiva cefalometría; panorámicas con las que podrá ver si hay infecciones, el estado de las raíces y ausencia de piezas dentarias.

Fotografías: extraorales e intraorales, oclusales, para analizar la simetría facial, clase molar, canina y escalón anterior.

Modelos: impresiones para su estudio y la confección de la aparatología.

Cabe aclarar que un mal tratamiento traería disfunciones neuromusculares como dolor en la articulación –témporo– mandibular y movilidad en las piezas dentarias.

Los tratamientos de ortodoncia tienen como objetivo general el cuidado de la salud bucal de la población. El requerimiento del paciente siempre debe estar acompañado de una resolución saludable, no solamente estética. Ése es el compromiso que el profesional debe tener como prioridad.

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