Espectáculos

Documental

“Operación Travesti”, para delinear a un Melero que sigue siendo “marginal e influyente”

Buena parte del universo artístico e ideológico del músico puede apreciarse en el documental de Rodrigo Ottaviano. “Es la posibilidad de ver a un artista muy enfocado en un proyecto pequeño, que hoy se dimensiona de otra manera”, dijo  


Buena parte del universo musical e ideológico de Daniel Melero puede apreciarse en el documental Operación Travesti, de Rodrigo Ottaviano, que, tras su estreno en el último Bafici, llega esta semana  al Cine Arte Cacodelphia porteño y desde el viernes iniciará una serie de proyecciones en el Malba. Aún no hay confirmación de su llegada a las salas rosarinas.

El film dialoga en el tiempo a partir del disco Travesti, un despojado álbum de canciones que Melero lanzó en 1994 y que recién fue presentado 25 años más tarde en un proceso que incluyó su edición en vinilo.

“Esta película es la posibilidad de ver a un artista muy enfocado en un proyecto pequeño, que hoy se dimensiona de otra manera. Travesti es vista como una obra icónica, como una bisagra en la trayectoria de Melero siendo una obra pequeña que creció en el tiempo”, señaló Ottaviano a la agencia de noticias Télam.

El fotógrafo, videasta, manager y productor que en 2018 creó Imprevisible, un espacio de Cultura Rock, arriesgó que Operación Travesti “aporta una mirada más completa sobre el artista y la obra, que no queda en la mera apreciación de las canciones sino que lo exhibe de un modo más integral”.

Desde esa percepción en torno a la impronta desde la que Melero agita a la escena rockera desde hace más de cuatro décadas, Ottaviano consideró: “Es muy raro pero creo el lugar actual de Melero es el de siempre: el de un artista marginal pero influyente al mismo tiempo”.

“Creo que ese es su lugar, estar al borde de la industria pero influenciando a los que sí participan y están muy involucrados en la industria discográfica. El mundo de la cultura rock y de la cultura pop -describe- los artistas, todo el mundo en algún momento mira a Melero”.

“Lo primero que surgió fue la idea, como manager y productor, de reeditar el disco Travesti, que estaba descatalogado y es el disco más buscado por el público de Melero. Así que hablamos con el propietario del máster, Victor Ponieman de Random Records, quien gentilmente nos cedió los derechos para publicarlo”, contó Ottaviano.

“A partir de eso, en conversaciones muy relajadas comenzamos a pensar en hacer un show de presentación, aprovechando que nunca había sido presentado y nos pareció interesante hacer la presentación oficial de un disco grabado 25 años atrás. Y apenas anunciamos el show y el lanzamiento, porque fue todo junto (de hecho el disco se podía comprar solamente con la entrada al show), me empezó a pasar que entre amigos y gente muy cercana todos estaban muy contentos con lo que iba a ocurrir. Esto hizo que nos dieran ganas de registrarlo para nuestro archivo personal y convocamos a un grupo de camarógrafos y a un técnico de grabación para tener un buen registro, para editarlo en algún momento, sin apuro y no pensábamos hacer una película. Luego, en la pandemia, pensamos en hacer un montaje del show, publicarlo y hacerlo girar. Pero en ese momento también encontramos material de video y en audio, entrevistas a Melero del año 1994, backstages de los videoclips de «Travesti», «Quiero estar entre tus cosas» y «Resfriada», y descubrimos una entrevista a Melero para un canal de cable que ya no existe, que no está en YouTube donde Melero dice de qué se trata el disco y también encontramos un audio que no usamos en la película pero fue muy inspirador. Con Roly Rauwolf, que iba a ser el director, y con Juan Schmidt, que fue el montajista, vimos que teníamos entre manos un proyecto que era más que un recital para circular, teníamos una pieza cinematográfica”, explicó.

Además y consultado sobre la o las historias que lo unen al disco Travesti y a su autor, confesó: “Me acerqué a Melero por sus ideas, como teórico, artista conceptual, catalizador. En 2004 me inscribí como alumno en su Taller de Desaprendizaje Audiovisual y eso aceleró muchos procesos personales en cuanto a producción de obra, a no tener que estar del todo preparado para ejecutar alguna acción artística, de producción, no esperar a tener todos los elementos supuestamente necesarios para realizar algo. Con su obra musical no tenía más relación que un oyente de música promedio. Eso cambió desde el 2009, cuando comencé a ser productor y manager de sus proyectos y conocí a un artista diferente, un punk con ideas”.

Comentarios