Por Javier Hernández
Tiene monumentos, estatuas, centros culturales y algún museo itinerante; canciones que lo recuerdan, remeras, estampitas, y alguna que otra calle que, efímera, se rebautiza rebelde para mantener viva su memoria. Pero no tenía, por lo menos hasta ahora, una película. La deuda comenzó a saldarse.
Hace varios días que en Rosario se siente con mayor ahínco la presencia etérea de Alberto Olmedo, aquel hijo pródigo de la ciudad, capo rosarino que se supo ganar a todo el país con su ocurrente humor. Y es que, gracias al trabajo de dos de sus hijos, Mariano y Marcelo, finalmente, El Negro tendrá su film.
Con protagónico de Martín Bossi, y un elenco que completan actores porteños y rosarinos como Melina Petriella, Romina Ricci, Coco Silly, Manuel Wirzt, Laura Fidalgo, Tito Gómez y Raúl Calandra, El Negro Olmedo, título del film, tuvo ayer su primera presentación pública, a modo de celebración del “exitoso” rodaje, que en su etapa local llegó a su fin.
El film, basado en el libro cinematográfico de Marcelo Olmedo, cuenta la historia de un Olmedo íntimo y familiar, desconocido por el público. “Es una historia entre padres, hijos y abuelos”, dijo, a modo de síntesis Mariano Olmedo, director e hijo del Negro a El Ciudadano.
“Esta película no es lo que hacía con Porcel. Acá la gente va a encontrar al tipo normal; un Olmedo con historias comunes”, continuó Mariano, para quien la idea de la película es mostrar el recorrido de su padre desde la pobreza en Rosario, su crecimiento, hasta su transformación en un artista popular. “Todo eso ligado por una historia entre padres e hijos”, subrayó.
Para Bossi, encargado de personificar al Negro, lo vivido en esta etapa fue una “experiencia maravillosa”, ya que como expresó: “Yo elegí ser, meterme en la piel de alguien que nos cambió la forma de decir, nuestro humor”.
Según comentó el actor, previo a componer el personaje realizó una investigación de mes y medio para conocer a fondo al otro Negro Olmedo. “Mariano me abrió las puertas de su familia porque eso era lo que yo tenía que investigar; también su Rosario, sus amigos, su Pichincha, su Monumento a la Bandera, sus teatros, sus fechorías”.
Un mandato paterno
Marcelo Olmedo fue el encargado de escribir un libro sobre el que se sostiene la película. “Me llevó muchos años pensarlo y contar la vida pero era como un mandato paterno. Una noche, cuando tenía 17 o 18 años, mi viejo me dijo «todo esto tenés que anotarlo y algún día escribirlo«. Y me lo dijo de verdad. Tenía una gran cantidad de anécdotas pero tenía que juntarlas para convertirlas en un camino; Mariano se encargó de que eso suceda”, dijo sobre el trabajo en conjunto.
Cuando Mariano leyó el libro que había escrito, su hermano se entusiasmó con la idea de llevarlo a la pantalla grande: “Me emocioné y lo llamé a Jorge Zelasco (productor ejecutivo del film), nos juntamos y lo que ayer era un sueño hoy se está haciendo realidad”, dijo.
Y a modo de conclusión cerró: “Poder filmar las primeras semanas en la ciudad de mi papá fue hermoso, sentía que tenía que ser así. La ciudad nos trató muy bien”. Ahora se viene Mar del Plata, Mar Chiquita, General Pueyrredón, Punta del Este y, todavía hermético, un rodaje en el Caribe.
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