Ciudad

Recesión

Oficial: la actividad económica de Rosario va barranca abajo

La intendenta Fein confirmó que la recaudación por Drei cayó un 12% entre junio de 2015 y junio de este año.


La intendenta Mónica Fein confirmó ayer el dato más temido: el Estado municipal tuvo una caída del 12,1 por ciento en la recaudación por Drei, como consecuencia de la baja en la actividad económica de la ciudad. “Son menos recursos para enfrentar los desafíos que tenemos”, advirtió la jefa del Palacio de los Leones. El dato corresponde a la comparación entre junio de 2015 y junio de 2016 y, para peor, está ajustado por inflación, es decir que mide lo que realmente está ocurriendo en la industria, el comercio y los servicios de la ciudad. “La situación se nota marcadamente en el segundo trimestre de este año. A partir de abril, cada mes fue peor que el anterior”, corroboró por su parte el secretario de Hacienda y Economía municipal, Santiago Asegurado. “Estamos ante un fenómeno de recesión”, describió.

El cimbronazo que está atravesando la ciudad es una réplica de lo que ocurre a nivel provincial y nacional. Con una economía altamente diversificada, Rosario refleja lo que está ocurriendo en las distintas cadenas industriales, en el comercio y también en el sector servicios, donde el desempeño de los grandes ganadores del nuevo modelo y el anterior –como el sistema financiero– no llegó a compensar la pérdida de terreno en otros eslabones.

Asegurado marcó a El Ciudadano que para encontrar el antecedente inmediato del enfriamiento –o estrangulamiento– de la economía local hay que remontarse ocho años atrás, hasta 2008-2009, cuando a la crisis internacional –que siguió a la explosión de la llamada “burbuja inmobiliaria” de los Estados Unidos– la empeoró el lockout de las patronales sojeras contra las retenciones móviles a las exportaciones de la cereales y oleaginosas. “Y lo de entonces no tuvo esta magnitud”, alarmó Asegurado.

Según describió el funcionario en abril pasado se dio un “claro quiebre” en el comportamiento económico en la ciudad.

Fue entonces cuando se manifestó en toda su dimensión el cóctel de aumento de tarifas de servicios de gas y electricidad, aumentos de alquileres, subas de precios y caída del consumo como lógica consecuencia de los anteriores. La morsa económica siguió apretando durante los meses siguientes pero, según Asegurado, parece haberse detenido en julio. ¿Tocó fondo la malaria? El funcionario no tiene la certeza, pero ansía que el repunte sea más venturoso que el apuro de los trabajadores en relación de dependencia en gastar el medio aguinaldo antes de que pierda valor. “Pero una ciudad no tiene incidencia en las políticas macroeconómicas”, recuerda.

De igual modo, el secretario de Hacienda aclaró que la caída en la recaudación “no alcanza” a poner en riesgo –aunque las sacude– las prestaciones del Estado municipal. El problema es que éstas están en franco aumento, por caso, con el aumento de la demanda en Salud Pública por bajas en obras sociales y aun por huidas de la medicina prepaga. “Hay más gente que va a los centros de salud porque se quedó sin cobertura social”, había descrito la intendenta Fein.

Asegurado destacó que la decisión del Palacio de los Leones “es mantener todo lo posible las prestaciones y las intervenciones del Estado en la obra pública”. Y destacó que la inversión del sector público local en infraestructura, como la megaobra de cloacas para toda la ciudad, “se ha mantenido”. Pero de igual modo advirtió que existe un problema de macrocefalia nacional que al interior le costará remontar “si la inversión se concentra en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense”.

Pondrán la lupa sobre la situación laboral

Al salir de la reunión del comité ejecutivo del Consejo Económico y Social –entidad público-privada que reúne a prácticamente la totalidad de las fuerzas vivas rosarinas, incluyendo industriales, comerciantes, sindicatos, universidades, ONG e instituciones barriales– la intendenta Fein refirió la caída de las recaudación del Derecho de Registro e Inspección –termómetro incontrastable de la actividad– que después su secretario económico amplió a este diario.

Dentro del cónclave obviamente se discutió la coyuntura, aunque se hizo hincapié en la situación laboral: de allí surgió un documento que expresa una “profunda preocupación frente a la problemática del acceso al empleo y generación de empleo” en Rosario.

El texto planteó también la caída de la actividad y el empobrecimiento de sectores de la población local. “A pesar de los diferentes enfoques de políticas públicas implementadas en los últimos años y en la actualidad por los diferentes niveles del Estado, los problemas asociados al mundo del trabajo –desempleo, subempleo, trabajo informal y precario o trabajo ilegal– no han logrado ser resueltos satisfactoriamente, por lo que la desigualdad tiende a profundizarse y a persistir, así como la pobreza y la fragmentación social”, dice uno de los párrafos.

Frente a ello, buena parte de las fichas están puestas en la coparticipación, más bien en el fallo de la Corte Suprema de Justicia que definió a favor de Santa Fe y San Luis una demanda por una retención. “Si a la provincia le devuelven los recursos que el gobierno ganó legalmente a través de un juicio, eso nos permitirá acelerar todas las obras. Sobre todo para las viviendas sociales y para los sectores medios, infraestructura que la ciudad necesita. Son recursos que estamos esperando que nos devuelvan, que no llegaron a la ciudad. Esperamos el mismo tratamiento que tiene Buenos Aires”, pulseó Fein.

Y reafirmó: “El plan de obras de cloacas de Rosario se va a terminar en mi mandato. Desde que estoy hicimos 32 barrios de cloacas, y nos faltan 23 más”.

Comentarios

10