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Barrio Hospitales

Ocasión de robo: buscan pistas por crimen de Ciarroca

El fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos investiga como un asesinato en ocasión de robo el crimen de un joven de 28 años, ultimado anteanoche en barrio Hospitales.


El fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos investiga como un asesinato en ocasión de robo el crimen de un joven de 28 años, ultimado anteanoche en barrio Hospitales. Según las primeras averiguaciones, el muchacho salió minutos antes de las 20 de la casa de sus padres y, mientras caminaba por la zona sur fue interceptado por cuatro muchachos que le robaron su celular último modelo y le metieron un tiro, aunque la mochila que la víctima llevaba consigo quedó en la escena del crimen. Mientras huían, los homicidas le dispararon a una mujer que pasaba en forma circunstancial por la zona en su auto, aunque no sufrió heridas.

El lunes por la noche, Nahuel Enzo Ciarroca, de 28 años, fue de visita a la casa de sus padres, que viven en los monoblocks de Italia al 2900, entre Amenábar y Rueda. Cenaron temprano y unos minutos antes de las 20 se retiró. Salió de los edificios y caminó por Amenábar hacia el oeste. Iba a recorrer 10 cuadras, hasta su domicilio de bulevar Seguí al 2200, pero sólo pudo hacer 2, según comenzó a reconstruir el fiscal Coria.

Según explicaron fuentes del caso, el muchacho se acababa de comprar un celular Samsung J7, un teléfono de alta gama. Los pesquisas suponen que, mientras caminaba para su casa, Nahuel iba utilizando una de las aplicaciones de moda, y que cuando llegó a la esquina de Amenábar y Dorrego, poco atento a lo que pasaba alrededor, se topó, en principio, con cuatro muchachos que se movían en un par de motos.

Los recién llegados lo interceptaron a punta de pistola y le exigieron que les entregara sus pertenencias. En medio del robo, en circunstancias que hasta anoche no habían sido establecidas, uno de los asaltantes le gatilló un plomo que se incrustó debajo de la axila derecha de Nahuel. “Se ve que se quiso cubrir la cara con el brazo y la bala se le metió en el costado del pecho. Nosotros salimos enseguida, ni bien escuchamos los tiros, y el pibe ya estaba muy mal. Se descompuso enseguida y falleció poco después”, aseguró una vecina que intentó socorrer a la víctima.

Los pesquisas no tienen claro qué fue lo que pasó durante el robo. Si bien no cuentan con testigos presenciales del asalto, vecinos de barrio Hospitales aseguran no haber escuchado que la víctima haya intentado resistirse. Incluso aseguran que Nahuel intentó calmar a los ladrones. “Les decía: «No, pará, pará», y ahí se escuchó la explosión”, aseguró un vecino. Pero le dispararon, se llevaron su teléfono y dejaron en la escena del crimen su mochila. “Él venía por Amenábar y los de la moto por Dorrego. Era de noche: se ve que cuando cruzó la calle no los vio”, aseguró una vecina.

Media hora después del ataque, llegó a la escena del crimen el fiscal Coria, quien dirigió el comienzo de la investigación. En el lugar los pesquisas no hallaron vainas servidas –por lo que suponen que empuñaba una pistola– y no dieron con testigos oculares de lo que había pasado; por lo que las averiguaciones se centraron en encontrar cámaras de seguridad que permitan obtener imágenes de los agresores. De acuerdo con lo que explicó Coria ayer en conferencia de prensa, hasta ese momento no habían podido dar con imágenes claras del cuarteto.  Una vecina aseguró que los ladrones huyeron de a pares por Amenabar en sentidos opuestos.

Según explicaron fuentes del caso, mientras escapaban del lugar del homicidio, los homicidas le dispararon a una mujer que pasaba por la zona en su auto. El plomo impactó sobre una de las puertas del vehículo, pero no lesionó a la conductora. “Suponemos que quisieron asustarla, porque pensaron que había visto lo que habían hecho. Pero la mujer llegó después del tiro”, explicó el fiscal Coria a este diario.

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