Premio al esfuerzo. A un 2012 que arrancó con la soga de los promedios del descenso pegada al cuello y que termina con el pasaje a la Copa Libertadores 2013.
Claro que algunos hinchas rojinegros dirán que se perdieron dos campeonatos (Clausura a manos de Arsenal y el Inicial con Vélez), pero, como siempre dijo Gerardo Martino, “hay que recordar cómo se estaba hace un año”.
Los números hablan por sí solos. En los 38 partidos del 2011, Newell’s obtuvo 32 unidades con Roberto Sensini, Javier Torrente y Diego Cagna como entrenadores. En este año lleva cosechados 65 de la mano del Tata, a falta de un partido (el sábado frente a Argentinos) y de ganar quedará a uno de la mejor temporada realizada por Sensini con 69 entre 2009 y 2010.
Justamente 2010 fue la última vez que la Lepra jugó la Copa Libertadores. En aquella ocasión, Los rojinegros enfrentaron por el repechaje o fase inicial a Emelec de Ecuador, dirigido por Jorge Sampaoli y que contaba entre sus filas con Pablo Pérez.
Fue 0-0 en el Coloso Marcelo Bielsa y 1-2 en la altura de Ecuador con el gol de Hugo Barrientos.
No es el mejor recuerdo para los leprosos, que desde la década del 90 quieren sacarse la espina de las finales perdidas ante Nacional en el 88 y frente San Pablo en el 92.
Más allá de las mencionadas, Newell’s también disputó las ediciones de 1975, 1993 y 2006, en estas últimas fue eliminado en los octavos de final por San Pablo y Vélez, respectivamente.
El sorteo de la Libertadores se realizará el próximo 21 del corriente en la ciudad paraguaya de Luque. Hasta el momento, los clasificados son 29 equipos: Arsenal, Vélez, Boca, Newell’s y Tigre (Argentina); The Strongest y San José (Bolivia); Universidad de Chile y Deportes Iquique (Chile); Corinthians, Fluminense, Gremio, Atlético Mineiro, Palmeiras y San Pablo (Brasil); Independiente Santa Fe (Colombia); Barcelona (Ecuador); Cerro Porteño (Paraguay); Tijuana, León y Toluca (México); Peñarol, Nacional y Defensor Sporting (Uruguay). Seguramente este año será difícil de olvidar para el pueblo leproso, por la vuelta del Tata, por la de Gabriel Heinze, Maxi Rodríguez e Ignacio Scocco, por el buen fútbol que por momentos entregó el equipo y por haber cumplido con creces el primer objetivo de sumar puntos para olvidarse del descenso. Pero por sobre todas las cosas, porque se clasificó a ese objeto del deseo que desvela a todo Newell’s y así lo hicieron saber sus hinchas con un cántico sobre el final del partido ante la Crema: “Tenés que dejarlo todo por Newell’s Old Boys, la Copa Libertadores es mi obsesión”.
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