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Obras con doble mensaje

Binner recorrió los trabajos públicos que se realizan en la ciudad de Santa Fe, en lo que se leyó como señales al PJ que lo acusa de “no gobernar” y al intendente Barletta que le reclamó obras de envergadura.

Ezequiel Nieva

Más allá del recorte presupuestario, que no afectará las partidas para obras públicas, el gobierno de Hermes Binner avanza en lo que fue anunciado durante la campaña de 2007 como la prioridad de la gestión del Frente Progresista Cívico y Social: la recuperación de la ciudad de Santa Fe, postrada por las inundaciones de 2003 y 2007 y por la ausencia durante décadas de un plan de desarrollo urbano a largo plazo.

El miércoles pasado, Binner se mostró en sendas recorridas por tres de las obras que se llevan a cabo en la capital provincial. Fue un doble mensaje: por un lado, hacia la oposición, que después de las quejas del gobernador sobre los “25 años de inmoralidad” salió con todo a criticarlo por “mirar hacia atrás” en lugar de gobernar; por el otro, hacia uno de sus socios en el Frente Progresista, el intendente radical Mario Barletta, que viene reclamando “obras de envergadura” para su ciudad.

Binner pasó a inspeccionar las tareas que se realizan en el nuevo hospital Iturraspe –que será el más grande de la provincia–, en una nueva escuela técnica y también la refacción de un viejo molino harinero, que se convertirá en la denominada Fábrica Cultural Molino Franchino. Este edificio está ubicado sobre el principal bulevar de la capital provincial y su refuncionalización pondrá en valor la zona y vinculará el centro de la ciudad con los barrios del norte a través del –futuro– tren urbano. Las otras dos obras están ubicadas en el noroeste de Santa Fe, el territorio hacia donde más ha crecido la ciudad, aunque con graves carencias de infraestructura.

 El nuevo hospital Iturraspe

 Ubicado en la intersección de las avenidas Gorriti y Blas Parera, el nuevo hospital Iturraspe está pensando para brindar un servicio integral de salud a vastos sectores de Santa Fe, que en la actualidad deben trasladarse varios kilómetros al sur para poder acceder a un hospital. Tendrá una superficie cubierta de 20 mil metros cuadrados y será el más grande de la provincia.

Aún se está ejecutando la primera etapa: la construcción de la estructura de hormigón armado. El avance de los trabajos fue estipulado por el ministro de Obras Públicas Hugo Storero en un 25 por ciento. “Mucho de lo que no se ve está puesto allí, que es toda la estructura bajo tierra, el movimiento de suelos, las excavaciones, bases y pilotes. En los próximos meses comenzará a construirse lo que sí se ve, lo que emerge, y se empezarán a apreciar las columnas”, agregó Storero, que acompañó a Binner en la recorrida.

El proyecto del nuevo Iturraspe especifica que el edificio se recostará sobre la parte trasera del predio. Estará constituido por una serie de pabellones unidos por una calle para uso público y una para los profesionales, con una construcción detrás destinada a servicios y dependencias. La estructura tendrá dos plantas, con un nivel intermedio por donde circularán las cañerías, de manera tal que las reparaciones grandes puedan realizarse sin comprometer el funcionamiento de cada sección.

Habrá dos accesos de emergencias –uno para ambulancias y otro para particulares– y un estacionamiento. El diseño permite que desde el exterior o desde los patios llegue luz natural a las habitaciones y los pasillos. El hospital tendrá prestaciones generales, trabajará por grados de cuidados y estará dotado de equipamiento de última generación. Una vez en funcionamiento, cubrirá demandas de alta y baja complejidad, con servicios de consultas externas, maternidad, quirófanos, diagnóstico por imágenes y guardias.

 La escuela técnica Nº 508

 En calle Alsina al 8800, en el barrio Santa Rita, se construye el edificio de la Escuela de Educación Técnica Nº 508, cuyo avance fue calculado en un 15 por ciento. La escuela complementará la oferta de la escuela primaria Nº 1.336 Combate del Quebracho, que se ubica a pocos metros del nuevo establecimiento, garantizando la continuidad de los estudios de los alumnos, favoreciendo el desarrollo de las capacidades y la formación en las competencias generales de los chicos que concluyen la escolaridad primaria.

Esta nueva escuela secundaria –la primera de los 186 nuevos establecimientos creados por la gestión de Binner– se realiza en un terreno de 5.734 metros cuadrados cedidos en 2008 por el municipio santafesino y demandará una inversión de 12.229.961,98 pesos en un plazo de 15 meses. La creación de la escuela fue justificada por la demanda del barrio, que contaba sólo con una de nivel primario, y ante las necesidades de una población en constante crecimiento en el norte de la ciudad.

El edificio tendrá 8 aulas comunes, una biblioteca, sala de informática, un salón de usos múltiples (SUM), cantina, patio, baños con vestuarios, talleres y un gimnasio cubierto. Se desarrollarán actividades durante los turnos mañana y tarde. El edificio se construye con un sistema tipológico abierto con el que se proyectaron todos los edificios educativos de la provincia y tendrá una superficie cubierta de 3.353 metros cuadrados.

 Fábrica Cultural Molino Franchino

 A cinco meses de iniciados los trabajos de puesta en valor del viejo molino harinero, “la obra se aproxima a un avance del 30 por ciento” de la primera etapa, que tiene un plazo de ejecución de 12 meses, informó Storero. “Ya se salió de la zona de fundaciones y se está trabajando en el fuste de las columnas que van a soportar los paraboloides hiperbólicos, que son unos grandes techos y que van a conformar una especie de calle semicubierta. También hay un avance notable en la zona donde se van a desarrollar las actividades académicas y el sector de servicio, que está próximo a hormigonarse”.

La primera etapa se ejecutando dentro de los plazos previstos y las autoridades esperan tenerla muy avanzada o terminada para fin de año. La segunda etapa contempla la recuperación integral de los silos. “La idea es hacer coincidir el final de la primera etapa con el comienzo de los trabajos de la segunda y, simultáneamente, dejar habilitada al uso los trabajos de la primera etapa”, explicó el ministro de Obras Públicas.

El ex molino harinero está ubicado en la manzana que forman las calles Castellanos, República de  Siria, bulevar Gálvez y Pedro Víttori: plena Recoleta santafesina, a pocas cuadras del centro. En el sector ubicado entre la nave principal y la calle República de Siria funcionarán talleres, habrá aulas y estará ubicada además la dirección de la escuela, puesto que el objetivo es convertir el edificio en un lugar dedicado al desarrollo de actividades didácticas y expositivas vinculadas al diseño, especialmente industrial.

En un predio de 9.105 metros cuadrados, la obra demandará dos etapas superpuestas y un plazo total de 24 meses. Entre los dos edificios principales se construirá una calle interior de 25 metros de ancho, que atravesará la manzana con de norte a sur, apta para la práctica de actividades masivas y asumiendo un rol protagónico por su condición de gran espacio público. Es un gesto no exento de simbolismo: al interior de la ciudad, la vinculación entre el sur rico y desarrollado y el norte postergado y sin servicios es una de las ambiciones de las administraciones de Binner y de Barletta.

Esa calle interior se fundirá con los pisos exteriores y las veredas, para propiciar la continuidad peatonal alrededor y en el interior del complejo. Para cubrir ese espacio y generar un ambiente protegido, se adaptó el proyecto de bóvedas cáscaras desarrollado en los 40 por Amancio Williams, poniendo en valor un objeto arquitectónico emblemático que fue uno de los puntos más altos de la arquitectura nacional.

En la segunda se desarrollará la nave principal y su expansión a modo de explanada, que se extenderá hacia el oeste hasta la calle Pedro Víttori, donde se prevé estará la parada de un futuro tren urbano de baja velocidad. La obra se licitó en noviembre de 2008 y la apertura de sobres –a la que se presentaron ocho empresas– fue en febrero de 2009. El costo total de la obra fue cotizado en 12.490.247,70 pesos.

 Salud, transporte e infraestructura

 El Molino Franchino es el extremo sur de un vasto descampado, por donde circuló hasta su desguace el ferrocarril Belgrano. El terreno, de contornos irregulares, lleva el nombre de Parque Federal y tiene dos kilómetros de extensión sur-norte. En el extremo opuesto al viejo molino funcionaron los talleres del ferrocarril y, por su amplia extensión este-oeste, allí se ubicaba la playa de maniobras. Los esqueletos de esas estructuras aún perviven, abandonados y derruidos. La idea del gobierno es recuperarlos y ponerlos en valor para su uso público. Los trabajos, que ya comenzaron, insumirán más de siete millones de pesos.

En ese lugar habrá otra parada del tren urbano, pero además desde allí partirá el futuro tren hacia la vecina ciudad de Recreo, donde el gobierno quiere también instalar la sede administrativa del Nodo Santa Fe. Otra de las obras de vinculación interurbana –acaso una de las más atrasadas, en virtud del incremento del tráfico– es la autovía que unirá Santa Fe con la capital cordobesa, conectadas todavía por la ruta 19.

Además, en pleno centro de la ciudad, el gobierno provincial está proyectando la construcción del Cemafe: Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Santa Fe. Cumplirá la misma función que el Cemar rosarino. El presupuesto para la primera etapa es de 39.267.083 pesos, tendrá una superficie cubierta de 12 mil metros cuadrados repartidos en dos plantas y el plazo, para la primera etapa –la estructura de hormigón armado– es de 15 meses. Los sobres con las ofertas se abrirán el 2 de febrero.

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