A 100 días de haber asumido el gobierno de la provincia, Miguel Lifschitz hizo ayer un balance de su gestión y dejó en claro que la obra pública y el desarrollo de la infraestructura para la producción son sus prioridades. En el Salón Blanco de Casa de Gobierno, flanqueado por su gabinete, el mandatario socialista presentó un informe de sus primeros 100 días de gobierno –tal como había hecho el presidente Maurcio Macri el fin de semana– y luego respondió preguntas en conferencia de prensa.
Durante su discurso, Lifschitz recordó sus propuestas de campaña y señaló: “Venimos a dar cuenta del cumplimiento de aquellas iniciativas. Seguramente hay muchas más cosas que las que pensamos inicialmente, que pudimos poner en marcha en estos primeros 100 días. Hay otras que recién están comenzando, porque no todas las iniciativas son de ejecución inmediata. Estamos muy conformes con la tarea realizada”.
El acto fue, en rigor, una conferencia de prensa ampliada. Estuvieron todos los ministros y secretarios del gabinete provincial, además de funcionarios de las segundas y terceras líneas. No hubo invitados de la oposición, ni legisladores, ni autoridades municipales de Santa Fe –que suelen participar de los actos oficiales– y tampoco representantes de las instituciones intermedias.
En primer lugar, el gobernador dio cuenta de las principales medidas que tomó. Dividió la exposición por ejes temáticos: primero planteó su intención de llevar adelante un “gobierno de cercanía con el territorio”, al referirse a los distintos encuentros de trabajo que mantuvo con intendentes y presidentes comunales; luego mencionó las dos visitas del presidente Macri –a Venado Tuerto en enero y a Rosario la semana pasada–; después enumeró los proyectos macro, como el Plan Norte, el Plan Abre, el Plan Industrial, la Hidrovía y los acuerdos de obras con Rosario y Santa Fe; recién al final habló de seguridad.
Tras la exposición, en rueda de prensa, Lifschitz admitió que 2016 empezó con una tasa alta de homicidios –sobre todo en la capital provincial– y recordó la puesta en marcha de la Junta Provincial de Seguridad, compuesta por las autoridades de los tres poderes del Estado, cuyo objetivo es delinear políticas para enfrentar lo que definió como “una problemática compleja” que debe abordarse desde distintas áreas.
La mayor parte de la conferencia fue dedicada a la obra pública y los recursos. En primer lugar, el gobernador descartó la posibilidad de recuperar a través de obras nacionales los 18 mil millones de pesos que adeuda el gobierno central a Santa Fe –sin contar intereses– por la detracción indebida del 15% de la coparticipación, entre 2006 y 2015, destinados a financiar la Ansés. Lifschitz recordó que la Nación también le debe obras a la provincia, como el prometido puente Santa Fe-Santo Tomé o las 30 mil viviendas que le corresponderían a Santa Fe si el gobierno central las hubiese repartido con un criterio equitativo en los últimos ocho años: “No es justo compensar una deuda con otra”.
La semana pasada, en el Congreso Nacional, el gobernador santafesino había adelantado su intención de gestionar créditos por 500 millones de dólares para obras de infraestructura. Consultado por El Ciudadano, dio más detalles sobre el punto: “Estamos elaborando una primera propuesta, que luego tendremos que conversar con los legisladores, y nuestra idea es incluir allí obras de infraestructura: rutas, acueductos, obras de gas y de energía, escuelas, hospitales, comisarías, alcaidías y cárceles”. Además, mencionó tres obras a pedido de la ministra de Cultura Chiqui González: la Ciudad Joven, en Rosario, la refacción de la Casa de la Cultura y la finalización del Molino Fábrica Cultural, ambas en Santa Fe.
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