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Obama: “Nueva Orleans es un símbolo de resistencia”

A cinco años del paso del huracán Katrina, el presidente de EE.UU. criticó duro a su antecesor Bush.

El presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, visitó ayer Nueva Orleans al cumplirse cinco años del ingreso del huracán Katrina que dejó una estela de 1.800 muertos con la devastación de la metrópoli del estado de Luisiana, cuna del jazz, que todavía no se ha recuperado íntegramente. “Fue un desastre natural, pero también lo provocó el ser humano”, dijo Obama, quien acusó al gobierno de su predecesor, George Walker Bush, de haber cometido unos errores “vergonzosos” en el momento de hacer frente al desastre.

Obama viajó con su familia a la ciudad más castigada por el huracán Katrina en 2005 para rendir homenaje a las victimas. La mayoría de los afectados y de las personas que perdieron sus viviendas eran de raza negra.

En ese marco, visitó una universidad que quedó por aquel entonces sumergida por el agua del lago Ponchartrian, cuyos diques cedieron a causa de las aguas torrenciales.

“En los años posteriores, Nueva Orleans podría haber sido un símbolo de destrucción y podredumbre, de la tormenta y de la errónea respuesta a ella. Pero no es lo que sucedió en Nueva Orleans y en la costa del Golfo”, destacó Obama.

“Es cierto, esta ciudad es un símbolo. Pero es un símbolo de resistencia, de comunidad, de la responsabilidad fundamental que tenemos unos sobre otros”, definió el mandatario.

El éxodo después del desastre dejó a la ciudad casi vacía: se marcharon la mayoría de sus casi 500.000 habitantes. Según las autoridades, recién ahora la ciudad se está repoblando.

Un enviado especial del diario El País, recordó en un artículo publicado ayer que la reconstrucción de la ciudad no estuvo ausente el debate racial.

Meses después del hundimiento del 80 por ciento de Nueva Orleans, las agrupaciones de víctimas culparon al gobierno de Bush de haber organizado la evacuación por razas, dejando a los afroamericanos atrás, en una oscura temporada de vandalismo y ley del más fuerte. La administración de Bush siempre negó esas acusaciones.

A un lustro de la tragedia, Estados Unidos recordó con varios actos a lo largo de la semana el devastador paso de Katrina por los estados de Luisiana, Mississippi, Florida, Georgia y Alabama en agosto de 2005, en donde además de los 1.800 muertos, alrededor de 1,3 millón de habitantes perdieron todo.

En Nueva Orleans hubo misas, discusiones públicas y visitas guiadas por los lugares destruidos. Pero en la conocida metrópoli del jazz también hubo festivales de música para destacar el optimismo con el que la ciudad quiere ver hacia el futuro.

Katrina pasó con una velocidad de más 200 kilómetros por hora por la región aquella vez. Un 80 por ciento de Nueva Orleans estuvo anegado por momentos, más de 130.000 casas resultaron destruidas. Casi la mitad de las víctimas mortales en la ciudad se registró en el barrio de Lower Ninth Ward, donde vivía gente pobre y mayoritariamente de raza negra.

Cinco años después de que el caos se apoderara de una de las urbes emblemáticas de la cultura estadounidense, una de cada tres casas de la zona sigue en ruinas y las calles destrozadas.

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