Política

DANIEL ERBETTA Y EL DESCANSO DOMINICAL

“Nunca se usó el doble voto para no generar un súper ministro”

El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Daniel Erbetta, se refirió al fallo que declaró la inconstitucionalidad del descanso dominical, un proyecto aprobado en la Legislatura y promulgado en 2014, que tuvo marchas y contramarchas en distintos despachos judiciales.


El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Daniel Erbetta, se refirió al fallo que declaró la inconstitucionalidad del descanso dominical, un proyecto aprobado en la Legislatura y promulgado en 2014, que tuvo marchas y contramarchas en distintos despachos judiciales. También en la Corte, que por tener un número par de miembros terminó con una decisión empatada y que culminó resolviendo un camarista a favor de las grandes cadenas de supermercados.

“Tenemos un sistema constitucional que le da a cualquier juez una herramienta muy importante que es desbaratar de un plumazo una mayoría parlamentaria, por eso los planteos de inconstitucionalidad deben abordarse en situaciones extremas”, aseguró Erbetta en un mano a mano con El Ciudadano.

“Hay quienes interpretaron que más allá de la ley había una cuestión económica que buscaba favorecer a los pequeños emprendimientos. Los que pensaron así dijeron que la ley es decisión de la política y no nos podemos meter, pero la mayoría de la Corte decidió lo contrario”, expresó sobre la determinación del descanso dominical.

Consultado sobre cómo influyen en la Corte y también en los jueces las presiones políticas y mediáticas, Erbetta afirmó que nunca se sintió presionado.

“Es difícil hacer un balance, justamente la independencia judicial hace que el ámbito de decisión de un juez sea prácticamente sagrado y muy personal. Yo puedo hablar a nivel de la Corte. Nosotros no hemos sentido, en los años que llevo, ninguna presión de la política o de los medios aun cuando han sido críticos”, acotó.

Y sostuvo que en el caso puntual de Rosario, los jueces han logrado un entrenamiento que les permite trabajar en paralelo con estas cuestiones.

“Un juez tiene convicciones políticas, por eso vota. Lo que no puede hacer un juez es política partidaria y tampoco pegarla a sus decisiones. Pero es interesante saber cómo piensa un juez, es lo hace previsible y está bueno que un juez sea previsible”.

Y aclaró que la ventaja de la estabilidad, que no debe confundirse con perpetuidad, es un argumento para una  mayor exigencia de previsibilidad para un mejor funcionamiento del poder judicial.

“Nosotros igual tenemos una relación bastante madura con la prensa, tratamos de abrir las puertas para lo que necesiten, y lo que se dedican a las cuestiones judiciales hacen un trabajo responsable y serio”.

Consideró que no existe la neutralidad o la asepsia ya que los jueces no son eunucos, tienen sus propias convicciones y sus propias ideas y eso tiene impacto en la ley.

Erbetta puso como ejemplo los fallos de fertilización asistida, que también desempataron con un camarista, en Santa Fe a favor de las obras sociales y en Rosario en contra.

Sobre los fallos judiciales que dan vuelta las decisiones legislativas, Erbetta sostuvo que “nosotros tenemos un sistema constitucional que le da a cualquier juez una herramienta muy importante que desbaratar de un plumazo una mayoría parlamentaria. Por eso el cliché de la Corte es que la inconstitucionalidad de la ley es un último recurso”.

Y agregó que hay que respetar que hay visiones diferentes y frente a una ley puntual estimar que existe un supuesto de lesión o agravio constitucional que lleva a invalidar la ley.

“La función del Poder Judicial es gestionar conflictividad, pero también controlar y poner límite a la arbitrariedad. En la medida que una legislación se interpretada como que avasalla o va por encima de derechos previstos en la Constitución, los jueces están habilitados a invalidar la ley. Hay que hacer un uso muy prudente de esta herramienta y evaluar en cada caso”.

Uno de los cuestionamientos que se le hizo al presidente de la Corte tiene que ver con su potestad de usar el doble voto para desempatar la resolución de los ministros. Sin embargo, ese artículo fue derogado.

“Desde la sanción de esa norma que le daba al presidente el doble voto la Corte no lo usó nunca para no generar un súper ministro. Yo no iba a romper con esa regla, que está consolidada”.