El juez de Reconquista Fabián Lorenzini, quien tiene a su cargo el concurso de acreedores de Vicentin, aceptó la designación del economista Sergio Arelovich como tercer veedor del proceso concursal y rechazó los cuestionamientos que había hecho la empresa oriunda de Avellaneda respecto al vínculo profesional entre Arelovich y la Federación de Trabajadores Aceiteros.
Además, Lorenzini rechazó la recusación de un acreedor, patrocinada por el abogado Gustavo Feldman, por supuesta “parcialidad manifiesta” del magistrado ante su “trato frecuente” y amistoso con los directivos del grupo. Un reproche que a juicio de Lorenzini carece de “entidad jurídica”.
A principios de septiembre Lorenzini dispuso que se nombren tres veedores-controladores del concurso. Los designados fueron Andrés Shocron y José Luis López Forastier, propuestos por los acreedores externos de Vicentin, y el economista Arelovich, propuesto por los gremios y el Banco Nación.
Los veedores deberán informar al juez cuál es la situación financiera y económica de la empresa, las inversiones y actividades proyectadas, el plan de trabajo para los próximos 12 meses, el estado general de los negocios de Vicentin y además detectar las unidades de negocios o sectores más vulnerables.
Además de aceptar la designación de Arelovich, el juez Lorenzini también rechazó también la recusación que le planteó Feldman por una supuesta amistad con los directivos del grupo, a la que consideró “improcedente” e “infundada”.
Despatrimonialización
Un informe elaborado por Arelovich da cuenta de las diversas maniobras de despatrimonialización intencional realizadas por Vicentin a partir de 2014. “La empresa se habría despatrimonializado en 60.822 millones de pesos en sólo nueve días”, afirma el informe de Arelovich, uno de los tres veedores del concurso.
“El nudo central que permitiría explicar semejante caída es la variación del stock de Materias primas (granos de cereales y oleaginosas), junto con Productos elaborados (harinas, aceites, agrocombustibles)”, señaló el economista.
Un aspecto central del informe hace hincapié en la desaparición de stock de Vicentin en nueve días. “Hay una brusca variación del stock de bienes de cambio entre el 31 de enero de 2020 y el 9 de febrero de 2020 (día previo a la presentación del concurso preventivo). Los bienes de cambio comprenden las materias primas, productos terminados, productos de reventa, materiales y otros. Según el balance de sumas y saldos al 31 de enero de 2020, aportado al expediente por Vicentin SAIC a pedido de un acreedor, el stock de bienes de cambio ascendía a algo más de 105 mil millones de pesos. En cambio, el valor denunciado en el estado de activos y pasivos al 9 de febrero de 2020, presentado a los fines de la solicitud de apertura del concurso, ascendía a 610 millones de pesos”, explicó Arelovich a Aire de Santa Fe.
“El principal componente que lo explica es el stock de materias primas, esto es cereales y oleaginosas. Mientras al 31 de enero sumaban casi $87 mil millones, sólo nueve días después se habría reducido a cero pesos. La documentación obrante hasta ahora en el expediente no permite saber cuál de los dos valores responde a la realidad económica y cuál no, o si ambos deben ser reconsiderados. Pero la despatrimonialización en más de $60 mil millones visible entre ambos estados contables tiene su nudo central de explicación en ese punto”, concluye el veedor. En efecto, como se ve en el siguiente cuadro, la desaparición de stock de materias primas llama la atención hasta un inexperto: al 31 de julio de 2019 era de 21.631 millones, al 31 de octubre de 65667 millones, al 31 de enero de 2020 era 86.698 millones, y al 9 de febrero era cero pesos. Similar saga se da en el ítem Productos elaborados: de 16.734 millones el 31 de julio de 2019, pasa a 17.957 millones el 31 de octubre, a 18.605 millones el 31 de enero de 2020, y se reduce a insignificantes 41 millones nueve días después”.
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