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Rodríguez al 1600

Nuevo ataque contra la casa de un dirigente de Newell’s

A un mes de la balacera anterior, dos hombres en moto dispararon con una ametralladora y generaron pánico; también la custodia policial estacionada frente al edificio dónde vive Claudio Tiki Martínez fue blanco de las balas.


Foto: Alan Monzón

La lucha por el poder dentro de la barra del club Newell’s Old Boys sumó un nuevo episodio de violencia cuando ayer a la mañana la cuadra donde vive el dirigente Claudio Tiki Martínez fue blanco de una nueva balacera. Cuando se cumplía exactamente un mes del primer ataque, 31 proyectiles disparados con una ametralladora por dos hombres a bordo de una moto, tuvieron como objetivo el frente del edificio y el móvil policial que custodiaba la entrada de Rodríguez al 1600, a metros de El Coloso. El agente que estaba en el patrullero salió ileso. Horas después, voceros judiciales informaron que, tras un llamado al 911, dos jóvenes de 19 y 20 años fueron detenidos en el sur de la ciudad con un arma de juguete y un cuchillo Tramontina. Según esta versión, el uniformado blanco de la balacera los identificó como los autores por la ropa, aunque de la ametralladora no se encontraron rastros.

La noche del 4 de agosto pasado la tranquilidad de la cuadra de Rodríguez entre Montevideo y Pellegrini se vio interrumpida cuando se escucharon siete disparos. Los proyectiles tenían como objetivo el edificio donde vive el secretario de la comisión directiva de Newell’s y habían sido disparados desde un auto que cruzó Montevideo, bajó la velocidad y, a mitad de cuadra, uno de sus tripulantes sacó un arma por la ventanilla abriendo fuego.

Desde este ataque, se dispuso la custodia policial permanente en la entrada del edificio pero, días más tarde, hubo un confuso episodio en el mismo lugar cuando el uniformado que estaba de turno dijo que algunos hombres que iban en auto lo amenazaron.

Otro ataque

Exactamente un mes después, los tiros volvieron. Ayer a las 6.15 y con la calle desierta, dos hombres a bordo de una moto entraron desde Pellegrini a contramano por Rodríguez y abrieron fuego con una ametralladora contra el móvil policial que custodiaba la entrada y contra el edificio donde vive de Martínez. En el interior del patrullero estaba el agente Héctor L., adscripto en la seccional 6°, que resultó ileso. “El policía estaba muy asustado, pedía ayuda porque parece que estaba él solo y por lo general siempre son dos custodiando”, dijo un vecino ayer a la tarde, mientras El Coloso retumbaba en el barrio por el partido que jugaba Newell’s contra Sportivo Las Parejas. En el lugar, los pesquisas levantaron 31 vainas y los impactos alcanzaron los frentes de al menos tres edificios de la cuadra.

Horas después de la balacera, la cuadra parecía volver a la tranquilidad y, en vez de uno, dos móviles custodiaban la entrada del edificio. Sin embargo, la calma no regresó a los vecinos: “Están todos muy enojados con esta situación porque es la  tercera vez en muy poco tiempo.

La primera lo tomamos como que era algo de una sola vez, pero después de esto da mucho miedo lo que pueda pasar”, dijo una almacenera de la zona.

Tiki Martínez no brindó declaraciones sobre lo ocurrido aunque ayer alrededor de las 19 publicó en su Twitter un claro mensaje contra el coordinador de Seguridad del gobierno de la provincia: “Diego Maio, el cargo te superó ampliamente, no tendrías que dar un paso al costado, piénsalo”.

En declaración a los medios, Maio dijo ayer que el ataque “responde a una forma de actuar de grupos violentos” y que desde el Ministerio de Seguridad hay “una decisión política tomada” con una “batería de medidas en ejecución” que tienen como objetivo depurar las “secciones espurias de la barra brava”.

La investigación del ataque recayó en el fiscal José Luis Caterina, de la Unidad Flagrancia y Turno, quien trabaja con la colaboración de Verónica Caini, de la Unidad NN, a cargo de los hechos anteriores. Ayer por la tarde, un portavoz judicial informó que dos jóvenes, Brian Sergio S. de 19 años, y Sebastian Ezequiel R. de 20, habían sido detenidos alrededor de las 7.30 en la cortada Cusco al 1400, en el sur de la ciudad. Según esta versión, después de la balacera las fuerzas policiales comenzaron un rastrillaje y los dos arrestados respondían a características físicas y de ropas descriptas por los testigos, así como una moto Tornado negra que quedó secuestrada y no contaba con pedido de captura. A los sospechosos se les hizo un examen dermotest y se ordenaron otras pericias, dijo el vocero judicial. Además, aclaró que serán imputados el martes en Tribunales.

Fuentes policiales sostuvieron, sin embargo, que los jóvenes fueron detenidos a partir de un llamado de un vecino al 911 que denunciaba que en su cuadra había dos chicos armados en una moto. Cuando los arrestaron, uno tenía un arma de juguete y el otro un cuchillo Tramontina. Según las fuentes consultadas, los sospechosos fueron primero a la comisaría 15a, que tiene jurisdicción en la zona donde fueron detenidos, y después los llevaron a la 6a, donde el agente Héctor L. los identificó como los autores de los disparos por la ropa que llevaban puesta. Al cierre de esta edición no se había encontrado rastro alguno de la ametralladora.

Balas en viviendas

El ataque contra el dirigente Claudio Martínez no dejó heridos. Sin embargo generó  temor en el barrio porque los agresores dispararon al menos 30 balas y la mayoría de ellas impactaron en viviendas de la cuadra y contra el móvil policial que custodia el frente del edificio de Martínez desde el anterior ataque.

Repudio de los clubes

En un comunicado a través de Twitter, los clubes de Primera División del país repudiaron “de manera enérgica y contundente la criminal agresión” contra Tiki Martínez. Además, exigieron “el rápido esclarecimiento de los hechos, una acción impostergable e ineludible para la efectiva tranquilidad del dirigente y sus seres queridos”.

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