Economía

Pasar el verano

Nueva etapa: la quita de subsidios arranca el mes que viene y sigue en noviembre y enero

El gobierno expuso los nuevos aumentos pero a facturas de Buenos Aires: “Sumando electricidad y gas, va a estar en alrededor de 1.200 pesos”. Espera un ahorro fiscal de $47.500 millones para este año y de $455.000 millones para 2023


La Secretaría de Energía de la Nación anunció ayer los detalles del nuevo esquema de subsidios al consumo de gas, electricidad y agua, que incluye la segmentación de acuerdo a los ingresos de los usuarios, con una diferenciación según la región del país de que se trate, y un tope de referencia para incentivar la eficiencia y el ahorro energético. El formulario permanece abierto para quienes no solicitaron el subsidio o para rectificar información. La secretaria de Energía, Flavia Royón, dijo que “el aumento promedio en materia de energía, sumando electricidad y gas, va a estar alrededor de 1.200 pesos” y detalló que “un hogar promedio se estima que debería consumir 250 kilovatios hora por mes y el corte que se hizo es en 400”. Pero son facturas de Buenos Aires: en Santa Fe la quita impactará sin cambios en el gas, cuya distribución, privatizada en los 90, está a cargo de Litoral Gas, que también cubre San Nicolás, Ramallo, Pergamino, Colón, Bartolomé Mitre, San Pedro y Baradero, en la provincia de Buenos Aires. En tanto, la EPE, que tiene diferentes tarifas, deberá informar cómo queda su cuadro, y Assa anunció que no cambiará el esquema “progresivo” de subsidios vigente: “Hace diez años que Aguas Santafesinas subsidia la tarifa del agua y por el momento no hay notificaciones de que esta situación se modifique”, dijo el vocero de la empresa, Guillermo Lanfranco.

La segmentación respeta el criterio fijado en el decreto 332/2022, por el que se establecen tres niveles de usuarios según su capacidad económica, a lo que se aplicará además el criterio establecido según niveles de consumo. En el caso de la energía eléctrica el tope de consumo será de 400 kilovatios mensuales (550 kilovatios en zonas sin servicio de gas de red) y en el caso del gas será variable, según categorías y subzonas en todo el país.

La quita del beneficio comenzará de forma progresiva en septiembre, en el caso de gas y electricidad, y continuará en noviembre y enero; mientras que en agua se hará por etapas en noviembre, enero y marzo.

El nuevo esquema de redistribución de los subsidios para los servicios derivará en un ahorro fiscal de $47.500 millones para este año y de $455.000 millones para 2023, de acuerdo con el impacto de la reducción gradual del aporte del Estado a los consumidores que presentó la secretaria Royón durante una conferencia de prensa que se extendió por espacio de una hora y media en el Palacio de Hacienda.

“Necesitamos concientizarnos que la energía y el agua es un recurso que hay que utilizarlo racional y sustentablemente”, afirmó la funcionaria. Y defendió que la segmentación “ha sido pensada con un criterio de una distribución basada en la justicia social y equidad”, ya que “hoy el 50 por ciento de la población de mayores ingresos recibe el 60 por ciento de los subsidios”.

“Lo que tratamos de plantear es que llegue el subsidio a quien más lo necesita”, dijo.

En esa línea, Royón explicó que en el nivel 1 (usuarios de mayores ingresos) estaba previsto quitar de forma paulatina los subsidios en tres tramos: “Originalmente eran tres tramos iguales, pero hemos tomado la decisión de que el primer tramo se va a hacer una quita del 20 por ciento del subsidio y en los otros dos bimestres, el 80 por ciento restante, en 2 etapas iguales. Entonces primer tramo se quita el 20 por ciento, el segundo el 40 por ciento y el tercero el 40 restante”, puntualizó.

Además marcó que tanto en gas como en energía eléctrica no se perderá todo el subsidio si se superan los topes de consumo, “sino que en razón a la progresividad sobre el incremento al tope se va a hacer la quita”.

Por su parte, el subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal, informó que para aquellos usuarios de nivel 1 la quita del subsidio será total y el aumento del gas será del 167 por ciento.

Para el nivel 3 (sectores medios) se subsidiará hasta un 70 por ciento del promedio entre los umbrales mínimos y máximos de consumo, siempre teniendo en cuenta la división en subzonas del país. “El 30 por ciento se quita el subsidio y se va a ir escalonadamente a pagar el precio pleno”, dijo el funcionario.

“La cantidad demandada (en especial en la Patagonia) no se encuentra relacionada con nivel de ingreso, sino con condiciones climáticas, cantidad de participantes del hogar, características de la vivienda y eficiencia de equipos domésticos. El consumo de gas por redes en las regiones frías duplica al de regiones templadas. Esa diferencia se explica por el uso de la calefacción y es determinante para conservar la salud y garantizar la supervivencia”, explicó Bernal.

En el caso del nivel 2 (menores ingresos), el funcionario aseguró que mantendrán la tarifa vigente.

“El aumento será escalonado, en septiembre, noviembre y enero. Construimos un promedio para cada subzona que surge del umbral mínimo y máximo y cada uno de esos promedios los mensualizamos y los adaptamos a cada subzona tarifaria y a cada categoría de usuario”, agregó.

Por su parte, el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, informó que para el nivel 1 “del 100 por ciento del subsidio que hoy tienen se le va a retirar en la primera etapa el 20 por ciento”. Esta categoría le corresponde a un total de 399.156 usuarios residenciales.

Para el nivel 3 se subsidiarán hasta los primeros 400 kilovatios mensuales. “El promedio en Argentina es de menos 300 kilovatios mensuales, con lo cual entendemos que con 400 kilovatios entra más del 70 por ciento de la demanda”, detalló Yanotti.

“No es un aumento de tarifas sino una redistribución de subsidios”, sostuvo Royón, y remarcó la importancia de “instalar la educación del uso sustentable y racional” de los recursos.

Con ese criterio, los funcionarios de cada área dieron a conocer diferentes ejemplos de cómo quedarían los valores en las facturas, advirtiendo que al tratarse de una quita de subsidios sobre excedentes de consumo no puede establecerse un porcentaje general.

La titular de Agua y Saneamiento Argentinos (Aysa), Malena Galmarini, señaló que “en el caso del agua en promedio el aumento entre noviembre y junio del año que viene será de 1.000 pesos”.

Bernal indicó que un usuario de nivel 3 (sectores medios) que en junio abonó una factura de gas de $1.650, al final de la quita gradual del subsidio pagará $2.146, lo que implica una actualización del 30,06%.

En el caso de la electricidad, el subsecretario Yanotti ejemplificó que para un usuario de Edesur con un consumo medio de 300 kilovatios, el monto sin impuestos pasará de $1.467 a $2.285, con un ajuste del 55,76% al finalizar la tercera etapa de incremento. Pero las facturas que pagan en la ciudad de Buenos Aires los usuarios son sensiblemente menores a las de Santa Fe.

Por su parte, Galmarini señaló que para el promedio de usuarios residenciales, la tarifa de octubre de 2022 de $752 pasará a $1.765 en junio de 2023, con un ajuste del 134,7%.

Con todo, la secretaria Royón hizo hincapié en la necesidad de concientizar a los usuarios y las usuarias respecto a llevar adelante una campaña de educación para el uso de los recursos, a raíz de que el cambio de contexto “producto de la pandemia y la guerra”.

“Argentina no tuvo restricciones de gas en este invierno y las decisión estratégica de avanzar con el gasoducto Néstor Kirchner nos permitirá garantizar el abastecimiento y la soberanía energética”, indicó.

Así, a grandes rasgos, el reordenamiento de subsidios recaerá sobre los sectores de mayores ingresos y se mantendrán los correspondientes a la tarifa social, con una disminución paulatina en los sectores medios.

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