En Oceanía la novela sobre los partidos de las tradicional Bledisloe Cup tuvo otro capítulo. Versiones de acá y de allá, incluso cuando las fechas ya estaban confirmadas, generan controversias en la disputa del trofeo que Nueva Zelanda y Australia dirimen mano a mano desde 1932, y en 2020 contará con cuatro encuentros, y como los dos por el Championship se jugarán en suelo australiano, los dos primeros se realizarán en suelo maorí el 11 y 18 de octubre.
La Dirección General de Salud de Nueva Zelanda le ofreció al seleccionado de rugby de Australia aliviar las restricciones sanitarias para permitir que los Wallabies entrenen en el país antes de los partidos contra los All Blacks y así poder jugar la Bledisloe Cup en noviembre próximo.
En principio, Australia, a través de lo expresado por el entrenador Dave Rennie, no está dispuesta a comprometerse con las estrictas regulaciones de cuarentena para mitigar los efectos del coronavirus en Nueva Zelanda de cara a jugar los partidos de la Bledisloe.
El director ejecutivo de NZ Rugby, Mark Robinson, descartó cualquier posibilidad de reprogramar los encuentros de la Copa Bledisloe este año si los Wallabies se niegan a visitar Nueva Zelanda.
Robinson confía en que los australianos tendrán tiempo suficiente para prepararse para el primer partido de la Copa, el 11 de octubre en Wellington, y el segundo encuentro el 18 de octubre en Auckland, y niega que NZ Rugby acepte cambiar las fechas, según publicó el sitio Newshub.
Está claro que si Australia se niega a viajar a Nueva Zelanda y si no se ablandan las restricciones sanitarias impuestas por la cuarentena, es seguro que los All Blacks decidan también no trasladarse a Australia para la Copa, que es a partido de ida y vuelta, y eso también podría ser un problema para el Championship.
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