Ciudad

Una calle llevará su nombre

Nora Lagos, la rebelde de una familia de aristócratas

Este sábado a las 10 quedará oficialmente inaugurado con ese nombre un pasaje ubicado en Corrientes 3050. Lo aprobó el Concejo.


Arte El Ciudadano

Este sábado a las 10 quedará inaugurada oficialmente la calle Nora Lagos. Ese es el nombre que se le dará a un pasaje ubicado a la altura de Corrientes 3050 (la arteria conecta con Paraguay), entre Gaboto y Amenábar. La iniciativa surgió en el Concejo Municipal, donde se propuso homenajear a esta rosarina que “se impuso a los prejuicios sociales, se rebeló a su clase y fue perseguida por su militancia peronista”.

Periodista de profesión, en 1953 –a los 28 años– fue la única directora mujer en la historia del diario La Capital –fundado por su bisabuelo Ovidio Lagos– poniendo al periódico al servicio del movimiento peronista.

Luego del golpe del 16 de septiembre de 1955, fue destituida del cargo y encarcelada en tres oportunidades. Abrazó la resistencia peronista y editó dos periódicos clandestinos: La Argentina (Justa, Libre y Soberana), y Soberanía.

“Nora Lagos, bisnieta de Ovidio Lagos, fue una mujer que trascendió públicamente y tuvo el coraje de ir contra la corriente. Vivió en un entorno social acomodado y sin embargo optó por un camino distinto a lo que enmarcaba su vida”, señaló el edil Eduardo Toniolli, autor de la iniciativa.

El concejal del Frente para la Victoria sostuvo que “el objetivo del proyecto es dejar una huella en la cartografía de la ciudad, es decir, con nombres de mujeres que fueron trascedentes y pasaron al olvido por varias razones, en este caso, de índole política”.

“Hay una impronta de mujeres que se sobrepusieron a las imposiciones familiares, de una época y de una sociedad”, dijo el concejal del FPV.

 

Su historia

Nora nació en Buenos Aires, en 1925. Era hija del segundo matrimonio de Carlos Lagos, nieto de Ovidio Lagos, el fundador del diario La Capital de Rosario, con María Teresa Chauvin, de nacionalidad francesa.

Su padre fue director de La Capital entre 1916 y 1940, y militante del Partido Demócrata Progresista. A pesar de que Nora no gozaba de la estima de su familia paterna, en 1953 alcanzó la dirección del diario. Este cambio implicó una reorientación política editorial del medio gráfico en favor del peronismo, que hasta ese momento, en manos de la familia Lagos, había sostenido una postura antiperonista que había quedado desde el apoyo a la Unión Democrática en las elecciones presidenciales de febrero de 1946.

Por su parte, Nora, junto a su pareja Hugo Mac Dougall, integraba los círculos de artistas e intelectuales reconocidos que brindaban apoyo al gobierno de Juan Domingo Perón.

El acceso de Nora a la dirección de La Capital implicó la radicación de la pareja en Rosario, que hasta ese entonces había vivido en Buenos Aires.

Luego del golpe de Estado, en septiembre de 1955, el resto de su familia recuperó el diario y Nora fue expulsada de la dirección. En diciembre de ese año comenzó la publicación de su primer periódico en la etapa de la resistencia, La Argentina (Justa, Libre y Soberana), pero para fines de diciembre fue detenida.

En la publicación estuvo acompañada por su pareja, Hugo Mac Dougall, quien la secundó como subdirector, como también lo había hecho en el diario La Capital.

En 1956 se separaron. Mac Dougall se retiró de la vida política y se radicó en La Falda, a la espera de que la situación mejorara para el peronismo. Hacia fines de ese año, Nora inició la publicación de Soberanía, otro periódico que, como el anterior, se convirtió en uno de los tantos medios de expresión de la resistencia peronista, donde estuvo acompañada por un equipo: Luis Sobrino Aranda, René Bertelli, Bernardo Iturraspe, Fausto López y Juan Puigbó.

Con los dos primeros la unió una relación sentimental. Sobrino Aranda participó de ambas publicaciones, mientras que Bertelli se incorporó cuando Soberanía estaba en circulación.

De esta última relación tuvieron un hijo y estuvieron presos en una comisaría en San Justo: lograron huir e iniciaron una etapa de exilio en Paraguay que incluyó a las dos hijas de Nora y Hugo Mac Dougall. Eso implicó el cruce de la frontera de forma clandestina. A fines de 1957 regresaron al país.

Nora murió el 23 de noviembre de 1975. Su familia nunca le perdonó su osadía y la sepultó en el olvido.

Cuando el diario La Capital cumplió los 100 años de su fundación, se expusieron las fotografías de todos los directores que pasaron por el diario; pero faltaba una, la de ella, Nora Lagos, “maldecida por peronista”.

 

El recuerdo de su hija

Nora Mascías es la hija de Nora Lagos. La mujer señaló que los diarios en los que estuvo su madre a cargo (tanto en La Capital como en los periódicos clandestinos que editó durante la resistencia peronista) fueron muy creativos.

“Cuando tuvo el cargo de directora en La Capital ejerció una dirección de puertas abiertas. Cualquiera podía entrar allí, contarle sus problemas. Era muy distinto a lo que estaban acostumbrados. Fue una verdadera cooperativa de trabajo”, sostuvo la mujer.

Cuando su madre murió, en 1975, Nora Mascías tenía 27 años y estaba embarazada de su primera hija; le faltaba menos de un mes para que naciera.

“Recuerdo que hicimos un viaje a Paraguay con mi mamá, su nueva pareja y uno de mis hermanos. Fue peligroso y clandestino. Paramos en un ranchito, había poco para comer; una lata de sardinas con cebollas para cuatro personas. Ella nos convenció que era un manjar”, rememoró.

Otra de las anécdotas que contó Mascías fue que su casa era como una especie de unidad básica.

“Cuando mi hermana y yo empezamos a militar en los años 70, mi casa era la de todos nuestros compañeros. El que llegaba siempre hablaba con mi madre porque les contaba sobre Perón y Evita. Se hacían reuniones, se podían quedar a dormir. En vez de ir al comedor universitario se quedaban en mi casa”, detalló.

Nora sostiene que su madre fue una discípula de Eva Perón. “Tuvo una vida corta pero muy intensa y complicada. Ser peronista era complicado. Que una de las calles de la ciudad tenga el nombre de ella, más allá de que sea mi madre, es un reconocimiento hacia las mujeres militantes, peronistas”, concluyó.