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Noche imperdible con Harry Waters

El reconocido pianista de jazz, hijo de Roger Waters, llega a la ciudad acompañado por Larry John McNally, Jorge Araujo y Federico Palmolella.


Harry Waters, el pianista de jazz fusión y director musical de Dark Side of the Moon Live, la célebre obra de su padre, Roger Waters, llega a Rosario con el guitarrista Larry John McNally (compositor de Rod Stewart), Jorge Araujo (ex Divididos) en batería y Federico Palmolella en bajo, para presentarse este viernes, a las 21.30, en la Terraza de la Cúpula de la Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza).

Harry, tecladista y cantante, nació en Inglaterra en 1978, y es el hijo mayor de Roger Waters. Se sumó a las giras internacionales de su padre en 2002, reemplazando al tecladista Jon Carin en el tour de In The Flesh y luego tocando junto con Carin en El lado oscuro de la luna, en 2006. En 2008, lanzó su primer álbum, Harry Waters Band, al tiempo que colaboró con Eddie Vedder, Tom Jones, Nick Cave, Primus y The Grateful Dead, entre otros.

Actualmente, está grabando un nuevo álbum con el talentoso guitarrista Larry John McNally, reconocido compositor para artistas como Rod Stewart, Joe Cocker, Chaka Khan, Bonnie Rait, The Eagles y Aaron Neville.

El tecladista ofrece sólo cuatro shows en Argentina junto al guitarrista y compositor Larry McNally; el último de ellos será este viernes en Rosario.

Se trata de la unión de quien asumió en 2002 la dirección musical del conjunto que acompaña a Roger Waters, además de desarrollar toda una trayectoria a partir de su amor por el jazz, con el virtuoso compositor cuyas canciones fueron interpretadas por grandes artistas.

Según informó Waters en su página oficial, el dúo trabaja actualmente en un disco conjunto y algunos pasajes de las composiciones registradas pueden escucharse en ese sitio.

Para Waters, no se trata de la primera visita al país, debido a que estuvo en las tres oportunidades en las que su padre ofreció shows en la Argentina: 2002, 2007 y 2012, cuando trajo el famoso y descomunal espectáculo The Wall.

Precisamente, fue en esa obra cumbre de 1979 de la legendaria banda inglesa donde un pequeño Harry, de apenas tres años, tuvo su debut discográfico con una breve intervención reconocible en toda persona que haya escuchado ese trabajo. Se trata de la frase: “Look mommy, there’s an aeroplane up in the sky” (“mira mamá, hay un avión, ahí arriba, en el cielo”), que puede oírse antes del inicio de “Good Bye, Blue Sky”, la canción que alude a los bombardeos durante la guerra.

“El show que traemos comprende una banda con una formación original, de voces, teclados, guitarra, batería y bajo, mostrando nuestro nuevo material”, dijo Harry antes de su llegada al país. Y respecto de cómo nació este proyecto con McNally, detalló: “Conocí a Larry en una fiesta e inmediatamente nos unió el mutuo amor por la música de Nueva Orleáns. Comenzamos a tocar juntos poco después y pasamos los dos últimos años escribiendo canciones y puliendo nuestro estilo”.

El músico es, básicamente, un referente del jazz, al tiempo que McNally es un compositor. “Los dos estilos se combinan de una manera que perfectamente se adecua a la música que tocamos”, dijo Waters que, con relación al público local, aseguró: “La argentina es una de las mejores audiencias en el mundo, muy apasionados por la música. No tengo dudas que los que vengan a nuestros shows no se desilusionarán”.

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