Pasado el mediodía de ayer, una cola de personas que pasaban por Corrientes y Córdoba, a las puertas de la Bolsa de Comercio, terminaba en un pequeño stand. donde se entregaba una bolsa de pan por persona. La Asociación de Industriales Panaderos de Rosario, que reúne a 400 panaderías, ofrecía de forma gratuita el producto. Junto a la bolsa, iba un volante. En él se denunciaba una suba de los insumos para hacer pan: harina, 90 por ciento; margarinas, 40 por ciento; grasas 40 por ciento y levaduras, un 20 por ciento. Todo esto, en menos de un mes. Los panaderos pretenden no trasladar el aumento al comprador. En el acumulado dicen que un holding de empresas cerealeras de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe elevó un ciento por ciento las materias primas que van al horno y hacen el pan de cada día.
“Cuando la inflación crecía mantuvimos un año y medio el kilo a 18 pesos por acuerdos con la Secretaría de Comercio Interior de la Nación. Queremos una audiencia inmediata con las nuevas autoridades. No podemos aguantar sin trasladar el costo al usuario”, precisó a El Ciudadano Jorge Vitantonio, vicepresidente de la asociación que generó la particular protesta. Según interpretan, el aumento de insumos se dio por la especulación de los cerealeros de cara al nuevo escenario político. “Se manejan como si no les aplicaran las retenciones y el dólar estuviera a 15 pesos, algo que algunos candidatos irresponsables prometieron”, disparó Vitantonio.
La protesta se dio el mismo día que asociaciones de usuarios y consumidores llamaron a un boicot ciudadano a no comprar en cadenas de supermercados.
“Basta de especular”
Con esta frase impresa en los volantes que entregaron ayer panaderos en el microcentro de la ciudad, junto con una bolsa de pan gratis, la denuncia de la Asociación de Industriales Panaderos de Rosario cobró fuerza y detalle. Según dijeron, en los últimos meses los aumentos en los insumos fueron sostenidos. En el acumulado, dijeron que la peor situasción se dio en la harina de trigo, que subió 90 por ciento el precio.
En diálogo con este medio, el vicepresidente de la Asociación precisó que sólo en el último mes el aumento total fue del 100 por ciento. Hoy el kilo de pan está a 22 pesos en la mayoría de las panaderías de la ciudad, con excepciones. “No se pueden aumentar los insumos de un producto masivo y básico para la canasta alimenticia como el pan. Esto es especulación. Ellos (por el puñado de empresas cerealeras de la zona núcleo con mayor capital) se manejan como si ya les hubieran sacado las retenciones y el peso se hubiera devaluado. Se atajan: imponen un precio y los productores más chicos los siguen”, se quejó Vitantonio.
En ese marco, el directivo de la Asociación insistió en concretar una reunión con las próximas autoridades de la Secretaría de Comercio Interior de la Nación, repartición de la que hasta el momento esttuvo al frente Augusto Costa. “Desde ese espacio hemos logrado mantener el precio del pan a 18 pesos en momentos de inflación”, recordó Vitantonio.
Por las redes
La protesta de los industriales panaderos se dio el mismo día que la Asociación de Defensa del Consumidor Protectora, una organización nacida en Mendoza hace 20 años dedicada a denunciar maniobras especulativas de supermercadistas, llamó a un boicot contra las cadenas más grandes presentes en el país, precisamente por las subas injustificadas de precios de mercaderías y por visible desabastecimiento en las góndolas.
Llamada “apagón de consumo”, la protesta convocó desde las redes sociales a los usuarios a no comprar en supermercados Jumbo, Vea, Carrefour, Wal-Mart y Coto, entre otros. “Vamos a demostrarles que los consumidores unidos podemos defender nuestros derechos, salarios y bolsillos frente a los supermercados que se burlan de nosotros y del gobierno cuando incumplen lo acordado en el programa Precios Cuidados”, señalaron desde Protectora.
“No ofrecen los listados en sus puertas. No reponen productos. No señalizan en góndola. Ofrecen la peor fruta y verdura. La carne es pura grasa y, cuando no tienen un producto, o no lo reemplazan o lo hacen por uno de su propia marca”, describieron. “Somos 40 millones de consumidores (por la cantidad de habitantes del país) defendiendo nuestros derechos”.
El boicot de consumo tiene un antecedente este año. En abril y ante un incremento de 200 por ciento del valor de las cebollas, otra asociación, llamada de Consumidores Libres, convocó a no comprar el bulbo en verdulerías porque entendían que la suba era desmedida.