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Pandemia

“No se dejen estar, si no era por la insistencia de mi esposa en buscar otra opinión no la contaba”

El fiscal Fernando Dalmau enfermó de coronavirus. En el primer diagnóstico, en el Sanatorio Parque, minimizaron los síntomas: buscó otra opinión y salvó su vida


Son muchos los testimonios de los sobrevivientes del Covid, pero no dejan de estremecer al compartir la angustia de esta pelea contra la muerte. En su cuenta de Twitter, el fiscal Fernando Dalmau cuenta su experiencia y agradeció  al Sanatorio Delta, donde lo trataron correctamente, después de su mala experiencia en el Sanatorio Parque donde con placa de pulmón en mano lo mandaron a su casa. Entre los agradecimientos recuerda “a una enfermera llamada Fiama, de quien tengo dudas de que se trate de un ángel y pone una vara tan alta que es imposible de alcanzar para el resto del personal, pero espero que al menos hagan el intento”, sostiene el fiscal.

“Voy a compartir mi experiencia en el tránsito de mi internación por covid 19, dado que creo que mi vida estuvo en riesgo y hay muchas cosas que pueden servir de guía a pacientes y familiares que pasen por situaciones similares”, sostuvo.

Dalmau aclaró que se contagió en una reunión familiar el 25 de julio. “Por fortuna no contagié a nadie en mi trabajo. El 27 me consideraron como mi primer síntoma (enrojecimiento ojo derecho) y cansancio, el 28, al enterarme que mi cuñada y mi cuñado estaban con síntomas y test positivo nos hisopamos con mi esposa y nos dio a ambos positivos, también dio positivo mi hija, resultando negativo sólo mi hijo que no estuvo en la reunión”, relata el funcionario.

Contó además que el 28 de julio llegó a 38.5 de fiebre y no logró bajarla más. El primer día  de agosto llamó a Emerger. “La médica actuó muy bien me inyectó dipirona y notó que tenía comprometido el pulmón derecho, me recetó una placa y un laboratorio. Con mi esposa fuimos al Sanatorio Parque, donde el médico dijo que no notaba nada y no eran necesarios los estudios. Ante mi insistencia me hizo la placa y salió el compromiso pulmonar derecho, me recetó un jarabe para la tos y un corticoide”, sostuvo.

No conforme con el diagnóstico le pidió que saque una foto de la placa. “Mi esposa (abogada, no médica) se alarmó con la imagen y consultó con un amigo nuestro que trabaja en el Delta, quien a su vez consultó con el médico y nos dijo que fuéramos urgente”, agregó.

A la tarde le hicieron una tomografía y decidieron la internación. “El avance de la neumonía (que se volvió bilateral) fue alarmante. Me hicieron otras 2 tomografías y ante el agravamiento del cuadro ofrecieron tratarme con tocilizumab (además de corticoides)”, detalló.

“La recuperación fue asombrosa, no obstante tener que utilizar oxigeno por un tiempo, de hecho el 10 de agosto estaba en condiciones de obtener el alta, pero una infección bacteriana el músculo psoas ilíaco, más un trombo estoy con buen pronóstico por ese tema. Conclusión: no se dejen estar, si no era por la insistencia de mi esposa en buscar otra opinión no la contaba”, recordó,

La internación fue traumática; “Nunca había estado internado en una unidad crítica, durante cinco días no podía dormir, era insoportable sentir el dolor ajeno, vi cuando moría un hombre. Al rato, veía a los fallecidos en una bolsa negra o tapados con frazadas, porque los médicos no los habían podido salvar”.

“Agradezco enormemente al Sanatorio Delta y a la Caja Forense en la persona de Pablo Barceló que manejó con una rapidez asombrosa la aprobación del tocilizumab (medicamento para reducir la mortalidad del covid-19), a mi hermana y a mi esposa, que estuvieron todo el tiempo al pie del cañón”.

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