El Hincha

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No se calló nada: Giammaría habló del regreso del fútbol en la Rosarina y cómo fue el año sin jugar

El presidente recibió a El Hincha en su despacho y dejó en la vuelta a la actividad fue “una mezcla de sensaciones: alegría, alivio y un poco de preocupación”. Además fue crítico de las autoridades y sentenció: “Toda la emergencia la transitamos casi en soledad, con nuestros propios recursos”


“Confiamos en que vamos a tener una buena temporada”, confió Giammaría. Fotos: Juanjo Cavalcante

La pelota volvió a rodar en las canchas de la Rosarina luego de casi un año sin hacerlo de manera oficial por el parate producto de la pandemia de coronavirus. Fue mucho tiempo de espera no solamente para los clubes y los jugadores, sino también para la Asociación Rosarina que debió más que nunca salir a bancar a las instituciones en un momento muy complicado. Y entre las partes lograron que el regreso de la actividad dejara de ser un sueño y fuera una realidad.

Algunas horas después de este esperado retorno, Mario Giammaría, la máxima autoridad del fútbol local, habló con El Hincha sobre todo lo que se vivió en este tiempo, donde la incertidumbre fue mucha pero que finalmente terminó con un final que todos esperaban: el fútbol de vuelta. Y con una yapa: el público, en un número acotado, presente en las tribunas.

La primera consulta fue sobre cómo vivió este inicio de la temporada y el dirigente afirmó: “Fue una mezcla de sensaciones: alegría, alivio y un poco de preocupación porque después de tanto tiempo de inactividad, que primero fue allá por fines de noviembre de 2019 aunque hubo algunos partido de la copa de verano en febrero y marzo de 2020, fue mucho tiempo”.

También resaltó que “no solamente se paró el fútbol de primera división sino que también todas la otras disciplinas que organiza la Asociación, así que ha sido un año duro, muy difícil para todos, no solamente la casa madre local sino además para los clubes, los directivos, los empleados y los deportistas”.

Sobre las demás actividad, Giammaría remarca que la Rosarina es “una gran organización que nuclea varias disciplinas con casi 30 mil jugadores, con 1500 equipos divididos entre fútbol de mayores, de infantiles, futsal, de campo, veteranos, súper veteranos y demás”.

“Todo esto nos ha generado un desgaste muy grande y toda la emergencia la transitamos casi en soledad, con nuestros propios recursos que contábamos para esto y con la ausencia total de apoyo del estado, ya sea provincial, nacional o municipal, que estuvieron alejados de nuestra situación”, criticó la máxima autoridad de la Rosarina y dejó en claro que salieron adelante gracias a “la imaginación, la creatividad y el esfuerzo de la gente que pudimos surfear este difícil momento”.

El dirigente que en abril próximo cumplirá 31 años al frente de la Rosarina destacó que “después de tantas gestiones logramos habilitar primero las prácticas, luego los partidos amistosos y ahora que volvieron las competencias oficiales, también le pudimos sumar la presencia de público, algo que es tan necesaria para financiar los gastos de los torneos”.

De lo que fue la previa al inicio del torneo y lo que espera del mismo, Giammaría dijo: “Tenemos la intención de que todo se desarrollé con la mayor normalidad posible. Hemos trabajado mucho con los protocolos sanitarios, con las medidas de seguridad, con la interconexión, la declaración jurada de salud que firmaron los deportistas, los padres de los chicos menores de edad, los técnicos y los dirigentes”.

“Hay un esquema de organización distinto al que veníamos desarrollando, en el cuál los partidos se disputan con un intervalo de tiempo más prolongado entre partido y partido ya que después de cada uno se desalojó la cancha tanto los protagonistas como los espectadores para que ingresen los del próximo cotejo. Hay que sanitizar e higienizar todo, tomar todas las medidas precautorias necesarias para acotar los riesgos”, explicó el mandamás y añadió: “Tenemos permitidos el uso de vestuarios para cambiarse nada más las divisiones superiores (primera, quinta y sexta división) y que el resto ya llegué a la cancha cambiados, con su propia hidratación, elementos de higiene y en los bancos de suplentes todos (cuerpo técnico y jugadores) tienen que estar con tapabocas”.

Sobre las instituciones, se permitió pensar que “después de tanta inactividad se han concientizado que deben extremar las medidas para evitar cualquier aparición de un nuevo brote de coronavirus, que obligue a interrumpir de nuevo el fútbol”. Además destacó que es necesario que rueda la pelota para oxigenar las arcas de los clubes y afirmó: “Hay que recomponer las finanzas que han quedado tras este parate”.

El presidente señalo que “estamos contentos en la Asociación por la vuelta del fútbol pero estamos atentos a los acontecimientos” y que busca lograr que el gobierno provincial “cumpla con la promesa de hacerse cargo de dos servicios adicionales de policías y que estaba acordado con el señor gobernador (Omar Perotti), la secretaria de Deportes de la provincia (Claudia Giaccone) y los miembros del Ministerio de Seguridad Deportiva”.

También se tomó su tiempo para destacar el trabajo que se viene haciendo con el fútbol femenino, sobre lo que sentenció: “Viene con un crecimiento muy importante, muy auspicioso en cuanto a la cantidad de equipos participantes tanto en Primera División, los torneos de ascenso así como en las categorías juveniles e infantiles”.

Por último, Giammaría también destacó la labor de los árbitros, quienes “la han pasado muy mal porque no tenían ingresos” y confía en que “todos vamos a tener una buena temporada, que de a poco se van a ir normalizando las actividades ya que han arrancado el torneo Gobernador Molinas, la Copa Pinasco y las divisiones inferiores A1 y A2 y esta semana se suman la Copa Mariano Reyna y la A3 de juveniles y la otra queremos que vuelvan algunas categorías de futsal y ya para la segunda quincena estamos confiados que van a estar jugando el resto de las disciplinas. Estamos confiados en que vamos a tener una buena temporada y que ojalá podamos transitarla con la mayor normalidad posible”.

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