Marcos De Carlo
El partido Ciudad Futura dio la gran sorpresa en las últimas elecciones locales. En la categoría de concejales finalizó en tercer lugar, por encima incluso del Frente Justicialista para la Victoria, y se alzó con tres bancas. De esta manera, y tras su segunda experiencia electoral, Ciudad Futura estará representada en el Palacio Vasallo por Juan Monteverde, Pedro “Pitu” Salinas y Caren Tepp. “No queremos tener el título de la izquierda porque justamente queremos ser la mayoría”, se envalentonó Monteverde en relación a los desafíos que vienen para esta nueva fuerza política.
En diálogo con El Ciudadano, el referente del movimiento Giros analizó: “Vamos a tener la misma cantidad de concejales que el socialismo, en términos puros, después de 25 años de gobierno. Eso demuestra que el tiempo nos dio la razón en términos de construcción política cuando éramos criticados de «por qué no se juntan (con el resto de las fuerzas de izquierda)». No nos queremos juntar para meter una banca de un prototipo de izquierda testimonial y muchas veces funcional al poder. Después pasan cuatro años y desaparecen porque no construyen nada, en definitiva son iguales que el resto pero con otro discurso. Nuestro objetivo no es meter un concejal sino construir una alternativa política y un nuevo instrumento en Rosario”.
—Las tres bancas en el Concejo les van a dar otra visibilidad ante la sociedad. Eso los pone ante una nueva responsabilidad.
—Si, a nosotros no nos conoce ni por asomo toda la ciudad, por ende el proyecto no tiene techo visible hasta ahora. Si con los pocos recursos y desde la nada hicimos todo lo que hicimos, ahora con un bloque de tres en el Concejo, con la cuota de poder parlamentario que te da eso, la cuestión pasa por lo que podamos generar entre el adentro y el afuera del Concejo. Somos muy claros en qué es lo que queremos: como ya pasamos la discusión de la unidad de la izquierda, ahora se va a discutir cómo se construye un gran frente para ganarle al socialismo dentro de cuatro años. Por eso planteamos esto de construir una nueva mayoría social, que no es un rejunte de siglas sino trasladar los debates, sacarlos del Concejo y ver cuántos de esos 100 mil votos los podemos organizar y convertir en militancia. Hicimos todo este camino para mostrar que había otra forma de ser de izquierda en el siglo XXI y la discusión que se viene, con los debates que impulsemos, con la movilización que generemos, es si nos queremos quedar en ser la izquierda o queremos ser la mayoría. Claramente queremos ser la mayoría. La necesidad real de una alternativa en Rosario está y se manifiesta en cada elección.
—¿Cuál es la primera discusión que quieren llevar al Concejo?
—La inmobiliaria pública va a ser el primer proyecto a presentar porque además es la continuidad de la ordenanza Ya Basta que aprobamos sin ser concejales en 2010 y que prohibía la construcción de barrios privados. Es su momento fue una medida para defender la última tierra que quedaba en la ciudad pero llegó el momento de generar un instrumento en términos ofensivos para empezar a distribuir mejor la tierra. Vamos a empezar a unir otras variables, no nos interesa discutir los temas como lo hace el Concejo que discute transporte cada vez que se aumenta el boleto o vivienda cuando hay una toma de terrenos porque eso es emparchar y no resolver nada. Empezar a unir transporte con vivienda, qué tipo de ciudad vamos a construir. Eso no se discute en el Concejo y son las cosas que hacen a la vida diaria en donde la política debería estar más presente para resolverlo. Falta alguien que articule un modelo de ciudad distinto.
“Nosotros nos autofinanciamos”
Manos anónimas vandalizaron la cartelería publicitaria de Ciudad Futura. A los costados de la figura de Juan Monteverde, pintaron con aerosol una “K” y el símbolo “$”, dando a entender que a esa agrupación la sostenía y financiaba el kirchnerismo. El propio Monteverde desmintió cualquier acercamiento: “Nosotros nos autofinanciamos. Si fuéramos kirchneristas, estaríamos dentro del kirchnerismo porque sería mucho más fácil para nosotros, tendríamos muchos más recursos pero nuestro camino claramente es otro”.
“El peronismo como modelo tiene un límite de distribución del ingreso y de la riqueza, justamente en Argentina cuando más se distribuyó el ingreso fue con el peronismo pero hasta ahí llegó. No se le puede pedir al peronismo que distribuya más porque el peronismo no es eso, es la conciliación capital-trabajo”, sostuvo el referente de Giros y agregó: “Nosotros queremos avanzar y radicalizar más eso, sacarle poder a los que tienen poder para distribuirlo”.
“En la política tradicional siempre alguien está bancando algo, no puede aparecer algo genuino que lo haga con militancia. «A este lo banca tal», dicen porque están acostumbrados, hablan ese lenguaje. El lenguaje del poder es eso, tal empresario le paga a tal candidato los afiches porque le saca votos al otro. Es una forma de hacer política, entonces no les entra en la cabeza que haya un movimiento que está organizado, que multiplica los recursos que consigue con militancia”, agregó.
