Espectáculos

No more rock en River

Otra vez clausuraron el estadio Monumental para recitales. Las vibraciones medidas en el show de Mettalica determinaron que la causa en el 'pogo'. Peligran los conciertos de Coldpay y Guns N' Roses.

axel-central1

Otra vez suspendidos los recitales en River. El famoso pogo sobre el césped provoca vibraciones en las viviendas vecinas. La organización pide que se revoque el dictamen.

Los recitales en el mayor espacio con que cuenta Buenos Aires, están suspendidos. Un fallo la Justicia Contravencional porteña clausuró preventivamente el uso del campo del Estadio de River para recitales masivos, hasta que se verifique que no ocasiona daños a las viviendas vecinas. Las vibraciones en las construcciones fueron medidas durante el pogo del último concierto de Metallica, en el mes de enero.

Con esta medida, quedan en suspenso los recitales de Coldplay, del viernes 26, y el esperado regreso de los Guns N’ Roses, del 20 de marzo. De todas formas, sus organizadores confían en que la clausura se levantará a tiempo, y continúa la venta de entradas para el regreso de Axl Rose, y los Coldplay agotaron las localidades.

El fallo es parte de una secuencia de decisiones judiciales y del Gobierno porteño para regular los recitales en el norte de la Ciudad, concretamente en River y los clubes Ciudad y GEBA. En lo que respecta a River, la capacidad del estadio para shows es de 50.000 personas, con 30.000 en el campo de juego, en el sector que se vende como ‘césped’, que es el espacio cuestionado por las vibraciones que genera ese número de personas saltando al unísono. Los vecinos del Monumental se quejan del ruido, del caos de tránsito, de la suciedad que queda tras los recitales y, principalmente, de las vibraciones.

Por estas razones, el fiscal contravencional de la zona, Mario Galante, presentó un recurso de amparo solicitando la clausura de River para esos recitales, argumentando que, si bien la organización de los shows contó con la habilitación del Gobierno porteño, no había sido presentado un estudio de impacto ambiental, tal como establece la ley porteña 123. Así, afirmó que los organizadores de los recitales estaban violando el artículo 96 del Código de Contravenciones, que establece multas de entre $ 2.500 y $ 20.000 o 5 a 30 días de arresto a quienes omitan “los recaudos de organización o seguridad exigidos respecto de un espectáculo masivo, de carácter artístico o deportivo”. Ese pedido de Galante fue rechazado por la jueza Susana Parada. Pero el fiscal apeló, y la causa recaló en los jueces Jorge Franza y Silvina Manes, de la Cámara de Apelaciones.

Estos jueces revocaron la decisión de la jueza y clausuraron la cancha de River, o precisamente disponen que no se pueda usar el césped o campo de juego, que s lo que provoca las vibraciones cuando 30.000 personas hacen pogo. . La clausura se revocaría si los organizadores de los shows presentan un certificado por el cual demuestren que no hay riesgos para los vecinos.

Los problemas no son nuevos. Ya se realizaron reuniones para acordar el funcionamiento de espacios para recitales, como los cuestionados River, Ciudad y GEBA, donde se acordó un máximo de diez conciertos al año en River, y que los decibeles no superarán los 95, diez menos de los que se midieron el los Pepsi Music.-

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