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“No hubo golpe” en Brasil, dijo EE.UU.

Una declaración oficial de Washington dio visto bueno a destituyentes. El desalojo de Dilma Rousseff “respetó la democracia”, señala el escrito.


Estados Unidos declaró formalmente ayer que el impeachment que desalojó del poder a la presidenta Dilma Rousseff en Brasil no fue producto de un golpe de Estado, sino de un proceso “legal” que se hizo “respetando la democracia”. La declaración se conoció en Washington después de una reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).

“No creemos que sea un golpe de Estado suave o de otro tipo. Lo que ha ocurrido en Brasil se ha hecho siguiendo el proceso legal constitucional y respetando completamente la democracia”, dijo el representante interino de Estados Unidos ante la OEA, Michael Fitzpatrick, citado por la agencia EFE.

“Como hemos oído claramente (de la misión brasileña ante la OEA) hay un claro respeto por las instituciones democráticas, una clara separación de poderes, rige el estado de derecho y hay una solución pacífica de las disputas. Nada de eso parece ser el caso en Venezuela hoy y esa es la preocupación”, sostuvo Fitzpatrick.

El pronunciamiento de Estados Unidos para algunos analistas implica un reconocimiento formal del gobierno interino de Michel Temer, quien fuera denunciado la semana pasada por Wikileaks como “informante de Estados Unidos”.

El portal publicó documentos filtrados al Pentágono que se enviaron desde San Pablo en 2006 con destino al Comando Sur de EE.UU., con sede cercana a Miami, donde Temer menosprecia a Lula, presidente de ese entonces, y avanzaba sobre la posibilidad de encontrar un candidato de su fuerza, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), para que lo suceda.

El proceso que derivó la semana pasada en la suspensión por 180 días de Rousseff fue rechazado por “golpista” por los gobiernos de Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y El Salvador, a la vez que recibió duras críticas del secretario general de la Unasur, Ernesto Samper.

El propio secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha defendido en numerosas ocasiones a Rousseff ante un proceso de destitución que considera sin fundamento e incluso viajó dos veces a Brasil para reunirse con ella y apoyarla.

En tanto, la declaración de apoyo al impeachment por parte del representante de EE.UU. ante la OEA se conocía casi al mismo tiempo en que Rousseff advertía que el nuevo gobierno apunta a “volver al pasado autoritario” y pretende tratar a las mujeres como “fetiches decorativos”.

Con esos argumentos, la presidenta suspendida atacó las decisiones de Temer de no incluir mujeres –además de afrodescendientes– en el gabinete de ministros y de quitar la jerarquía de Ministerio a la cartera de Cultura.

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