Policiales

Maipú al 1400

No hay lugar seguro: acababa de mudarse al centro y la robaron antes de que terminara de instalarse

Elvira sintió ruidos en la madrugada de este martes, se despertó y encontró al hombre en la entrada de la habitación. Había roto las rejas de una ventana que da a la calle y entrado al domicilio. Quiso huir en colectivo, pero se fue con las valijas que la víctima aún no había desempacado en un taxi


Elvira acababa de mudarse con su hijo a un departamento céntrico de planta baja cuando, este martes, y antes de que terminara de acomodar sus cosas, la asaltaron forzando la reja de una ventana que da a la calle.

El ladrón rompió la reja y con uno de los barrotes amenazó de muerte a la mujer, ingresó a su domicilio de calle Maipú al 1400 y se llevó varios elementos, muchos de ellos dentro de empaques que la moradora ni siquiera había abierto porque apenas hacía seis días que estaba instalada en el lugar. Eran las 3.30 de la madrugada cuando la víctima se despertó por los ruidos y se llevó la desagradable sorpresa.

Tras cometer el robo, el intruso escapó por la puerta de entrada del departamento, tras exigirle a la mujer que le franqueara el paso. El hombre intentó parar un colectivo de la línea 110 para huir de la zona, pero no lo consiguió y finalmente abordó un taxi con lo robado: 20 mil pesos, una plancha y un secador de pelo, abundante ropa y herramientas que aún estaban en bolsos y envoltorios.

“Estaba sola. Doy gracias a Dios que mi hijo no estaba en ese momento, porque no sé qué hubiera pasado”, contó Elvira, de 52 años, a medios locales. “Cuando me levanto, lo encuentro al tipo en la puerta del dormitorio”, relató la víctima sobre el momento vivido. Y reprodujo las palabras con las que lo amenazó el hombre: “Dame el oro, dame toda la plata que tenés”. Asustada, negó tener alhajas o elementos de valor.

El hombre manoteó valijas “con cosas de valor (monetario) y otras de valor sentimental. Había cosas de mi padre”, lamentó Elvira.

“Me pidió que le abriera la puerta, le abrí y se fue con total normalidad, como pancho por su casa”, cerró la víctima el relato de la secuencia que le tocó vivir.

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