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No estuvo a la altura

El Canalla nunca encontró el camino y perdió la categoría. La temporada que viene jugará en la B Nacional. Un policía continúa internado tras los incidentes en Arroyito "Volver a empezar", dijo Lifschitz Bronca canalla: atacaron el negocio de Daniel Villiguer Opiniones de Horacio Carbonari y Carlos Del Frade El Monumento tomado por hinchas de Newell’s Destrozos y heridos Madelón: “Es un día durísimo; pero peor sería la muerte” ¿El último apaga la luz?

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Por: Guillermo Ferretti

“Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”, dice un conocido tema del cantautor español Joan Manuel Serrat. Y la frase sirve para graficar este duro momento en la vida de Central. La verdad es que perdió con total justicia 3 a 0 en Arroyito ante All Boys y que, irremediablemente, jugará la próxima temporada en la B Nacional.

El dolor de los hinchas, las lágrimas premonitorias del entretiempo, el bochornoso escándalo del final, la crónica de una tarde que muchos querrán olvidar. Pero que debe servir para crecer.

En lo futbolístico, el partido en el Gigante fue una continuación de los primeros 90 minutos jugados en Floresta. Las únicas diferencias: el marco y las dimensiones del campo. Pero Central nunca supo sacar provecho de estas condiciones que, a priori, parecían que debía favorecerlo.

Tal como había sucedido en el partido de ida, a la mayoría de los jugadores canallas les volvió a pesar la responsabilidad de mantener al equipo en primera. A los problemas de siempre, especialmente ligados a la gestación ofensiva, se sumaron otros menos frecuentes. De la mano de los nervios, aparecieron errores infantiles en defensa, falta de precisión en el medio.

Así, las teóricas ventajas que debería tener un equipo de primera división por sobre otro que milita en la B Nacional, nunca se plasmaron en el terreno. Central fue demasiado predecible y terminó agigantando la figura de una defensa rival tan precaria como rústica.

El orden y la efectividad ofensiva fueron los tibios argumentos que expuso el albo para buscar el ascenso. Pero para lograr el objetivo recibió una ayuda impensada, la de un Central que no estuvo a la altura de las circunstancias. Sólo así puede entenderse la diferencia final, que no la hubiera imaginado ni el más fanático hincha de All Boys.

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