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No es ciencia ficción: desarrollaron piel humana para un robot

Investigadores japoneses recubrieron un dedo mecánico recubierto de estructuras dérmicas y células humanas para dotar de piel realista a los robots


Científicos de la Universidad de Tokio, desarrollaron un material similar a la piel humana el cual será utilizado para revestir a los robots humanoides con el propósito de darles un aspecto más real, según un artículo publicado este jueves en la revista académica Matter.

Los científicos se encargaron de generar la textura exacta de la piel para los robots, la cual tiene capacidad de autocurarse de lesiones, además de generar sensación real al tacto.

El prototipo, se creó a partir de un modelo de piel viva que consta de células y matriz extracelular, como un material de cobertura similar al humano y autocurativo para robots. Esta piel se logra al poner una cubierta con colágeno en la herida, la cual se encargará de ayudar a regenerar la parte lastimada.

Para qué hacen esto

El objetivo de los investigadores, que trabajan en este sector de la ingeniería de tejidos, es fabricar robots que parezcan más humanos. Según su perspectiva, una apariencia más humana haría que los humanoides les agradaran más a las personas y que a estas se les haría más fácil relacionarse con ellos cuando comiencen a desempeñarse en el sector de servicios y en el de salud.

Cómo se elaboró la nueva piel para robots

Para elaborar la piel, el equipo sumergió primero el dedo robótico en un cilindro relleno de una solución de colágeno y fibroblastos dérmicos humanos, los dos componentes principales que forman los tejidos conectivos de la piel.

La contracción de esta mezcla de colágeno y fibroblastos se encogió y se ajustó al dedo y, como si fuera una imprimación. Esta capa proporcionó una base uniforme que facilitó que se adhiriera la siguiente capa de células, los queratinocitos epidérmicos humanos.

Estas células constituyen el 90% de la capa más externa de la piel, lo que confiere al robot una textura similar a la piel real.

Además, la piel creada alcanzó la suficiente resistencia y elasticidad para soportar los movimientos dinámicos del dedo robótico al curvarse y estirarse, y la capa más externa resultó lo suficientemente gruesa como para poder levantarla con unas pinzas y repeler el agua.

La piel desarrollada pudo incluso autocurarse, como la de los humanos, con la ayuda de un vendaje de colágeno, que se transformó gradualmente en la piel y soportó repetidos movimientos de las articulaciones.

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