Ante la proliferación de llamados telefónicos a través de los cuales se ofrecen todo tipo de productos y servicios el concejal Jorge Boasso, de Intransigencia y Renovación Radical (IRR), presentó un proyecto de ordenanza por el que crea el Registro No Llame “con el objetivo de proteger a los usuarios de servicios telefónicos de los posibles abusos que puedan surgir del uso de cualquier tipo de comunicación por vía telefónica para publicitar, ofertar, vender y/o regalar bienes y servicios” en la modalidad conocida como telemarketing.
Plantea Boasso en su propuesta que podrán inscribirse los titulares de líneas de telefonía o de comunicaciones móviles instaladas o con facturación en la ciudad de Rosario y también quienes sin ser titulares hayan sido autorizados a utilizarla por el titular de la misma.
En su iniciativa el edil Boasso propone que el Registro No Llame será administrado por la Oficina Municipal del Consumidor, “autoridad máxima en materia de defensa de los derechos del consumidor en la ciudad de Rosario”.
Indica el concejal que la Oficina que depende del Concejo Municipal “podrá sancionar a la empresa que continúe llamando al usuario incorporado al registro” y, en tal sentido, hace referencia al artículo 8º bis de la ley Nº 24.240 de Defensa del Consumidor “en cuanto a las prácticas abusivas referidas a las condiciones de oferta y venta”.
Propone Boasso que para la inscripción en el Registro No Llame el titular de la línea telefónica deberá presentar la última factura del servicio y el documento nacional de identidad o equivalente. Asimismo propicia que la inscripción en el registro y su baja “deben ser posibles por medios eficaces, de uso rápido, sencillos y gratuitos, informáticos, telefónicos o postales”.
Respecto de la duración de la inscripción la establece en dos años y podrán renovarse automáticamente por un período igual.
En el artículo 10º se plantea que “las empresas que utilizan el sistema de telemarketing para publicitar, ofertar, vender o regalar bienes y servicios deberán abstenerse de dirigirse a ninguno de los inscriptos en el Registro No Llame” y si esto ocurriera serán sancionados.
Determina en la iniciativa que “las empresas que proveen o utilizan el servicio o el sistema de telemarketing son las responsables de notificarse de las inscripciones registradas”. Para ello plantea un plazo de 90 días y propone que cada tres meses deberán notificarse de altas y bajas.
Destaca Boasso al fundamentar la iniciativa la necesidad del preservar el derecho a la intimidad de las personas y consigna que “actualmente las empresas de telemarketing utilizan el servicio sin autorización del usuario que recibe la llamada”.
“Cuántas veces al día atendemos el teléfono y es una operadora que nos quiere vender algún servicio”, señala Boasso, y sostiene que ello ocurre muchas veces porque “es la nueva moda, el telemarketing”. Asevera: “Nadie nos pregunta si queremos recibir ese llamado”.
Subraya el concejal de Intransigencia y Renovación Radical que el Código Civil en su artículo 1.071º bis dice que “el que arbitrariamente se entrometiere en la vida ajena perturbando de cualquier modo su intimidad será obligado a cesar en tales actividades y a pagar una indemnización que fijará equitativamente el juez, de acuerdo con las circunstancias”.
Sostiene que dicho derecho “puede ser preservado a través de la creación del Registro No Llame de usuarios que se oponen a que las empresas utilicen sus números de teléfonos particulares” y remarca que el usuario “podrá tener acceso a tal registro para verificar si está anotado y cancelarlo en el momento en que lo decida”.
Finalmente, Boasso enfatizó que “lo que se busca con esta iniciativa es que se respete y se cumpla el derecho a la intimidad de las personas que en muchos casos puede ser afectado por esta práctica”.
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