Ciudad

No a la antena en zona sur

Vecinos de Balcarce y Ameghino, en barrio Matheu, impidieron que un grupo de obreros ingresara ayer a trabajar en un predio donde una empresa de telefonía móvil planea instalar una estación de base.

Vecinos de la zona sur de la ciudad se encuentran movilizados para impedir la instalación de una antena de telefonía celular en un terreno baldío ubicado en la esquina de Balcarce y Florentino Ameghino. En la mañana de ayer se concentraron en el lugar e impidieron que un grupo de trabajadores ingresara al predio para realizar las obras proyectadas.

“Los trabajos empezaron hace aproximadamente dos semanas, cuando vinieron trabajadores de una empresa a cercar el terreno y comenzaron a hacer las perforaciones para iniciar la primera etapa con la colocación de la base de la antena”, contó Susana, una de las vecinas que en la mañana de ayer, alrededor de las 8, frenó el ingreso de los obreros que se disponían a trabajar en el armado de la base donde se montará la futura antena de telefonía celular que, según indicaron los propios habitantes del lugar, pertenece a la empresa Movistar.

“No estamos de acuerdo porque la antena es nociva para la salud. Todos sabemos que las ondas electromagnéticas son cancerígenas y en la zona hay muchas criaturas, mujeres embarazadas, hay escuelas y centros de salud. No lo vamos a permitir”, insistió la mujer ante gestos aprobación del resto de los vecinos del barrio Matheu, en el límite con Tiro Suizo.

La conducta infranqueable de los moradores generó cierta tensión con los obreros que habían recibido la orden de cumplir con su tarea. Sin embargo, los trabajadores no forzaron la situación y prefirieron quedarse en actitud pasiva. “Ellos (por los trabajadores) nos dijeron que fueron contratados por una empresa de Buenos Aires, que a su vez fue contratada por Movistar para la instalación de la antena”, abundó Susana, quien aseguró que el vecindario permanecerá en alerta y se turnarán para montar guardia porque “la idea es no permitir el ingreso del personal para trabajar hasta lograr que se revoque la instalación”.

Luego la mujer contó que se estuvo informando por internet para conocer cuáles son los efectos sobre la salud que provoca una antena de telefonía celular y admitió que “la Organización Mundial de la Salud no confirma que las antenas sean cancerígenas, pero existen muchos casos de enfermedades”.

La última ordenanza municipal que regula la instalación y mantenimiento de antenas en Rosario lleva el número 8367 y se promulgó en 2008 con el espíritu de “unificar, sistematizar y actualizar” las diversas normas que existían hasta entonces. En el texto se describen en detalle los muchos requisitos que deberán reunir las empresas para instalar antenas, pero en ningún caso se prohíbe la instalación.

Sí, en cambio, en el artículo 9 se estipula que “no se permitirá la instalación de estructuras soporte de antenas y sus infraestructuras asociadas en inmuebles donde funcionen centros de salud en todas sus escalas, geriátricos, residencias de ancianos, establecimientos educacionales de cualquier nivel, jardines de infantes, clubes e instituciones intermedias, plazas y parques”.

Qué dice la Municipalidad

El secretario de Gobierno de Rosario, Fernando Asegurado, indicó en diálogo con El Ciudadano que la empresa Movistar, que solicitó la instalación de la antena ante las reparticiones correspondientes, “ha cumplido hasta aquí con todos los requisitos y desde hace meses viene realizando los trámites de viabilidad”. En tal sentido, señaló que “el proyecto cumple con la normativa y estaría en condiciones de ser habilitado”.

Además, el funcionario recalcó que desde la administración municipal se adoptó una postura “muy estricta y ordenada al respecto”, por lo que “las empresas de telefonía son conscientes de ello y saben que deben cumplir con todas las exigencias para que el proyecto tenga viabilidad”.

Además, Asegurado aclaró que desde el municipio no se interferirá en las obras cuyas empresas “cumplan con todos los aspectos de la normativa”, al tiempo que razonó: “Mientras la telefonía celular, que hoy en día es un servicio importante en la vida de los ciudadanos, siga avanzando, se van a seguir instalando más antenas. Es inevitable. Salvo que algún día digamos «no queremos usar más teléfonos celulares» y entonces sí, se prohibirán las antenas”.

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