Para festejar ayer sus 104 años el célebre arquitecto brasileño Oscar Niemeyer decidió hacer lo que más le gusta: trabajar en su atelier de grandes ventanales frente a la playa de Copacabana, desde donde lanzó anoche un número especial de su revista Nosso Caminho (Nuestro Camino).
El creador de Brasilia y autor del proyecto Puerto dela Música, su única obra enla Argentina, pensada para Rosario, hizo coincidir la salida del número 11 de la revista, una publicación trimestral consagrada a la arquitectura, la literatura y el arte, con la fecha de su aniversario, y en ella rinde homenaje al poeta, cantor, compositor y padre de la bossa nova Vinicius de Moraes, ya fallecido, quien fue su amigo cercano.
La foto de la mezquita de Argel, actualmente en construcción, un proyecto salido de la mesa de dibujo de Niemeyer, ilustra la portada de Nosso Caminho, que el arquitecto edita con su esposa Vera Lucia, con quien se casó a los 98 años.
Aunque repite muy seguido que “tener más de cien años es una mierda”, Niemeyer recibió agradecido un regalo de aniversario: una escultura denominada Laura, los senos al aire, nacida del trazo del caricaturista brasileño Lan y esculpida en bronce por el artista Marcos André, informó el diario O Globo.
Pero Niemeyer también recibió una mala noticia: el cierre ayer del Complejo Cultural de Avilés (España), inaugurado el año pasado.
La “plaza abierta al mundo” imaginada por Niemeyer cerró sus puertas porque el gobierno de Asturias acusa a los administradores de gastos excesivos, según el diario Folha de Sao Paulo.
Admirado por la fuerza de su creación y su longevidad, Niemeyer se traslada cada día a su atelier pese a los problemas de salud que ha sufrido en los últimos años: se fracturó la pelvis, y el año pasado fue hospitalizado varias veces y fue operado entre otras cosas por un cáncer de colon.
El arquitecto, que siempre conservó la fe en el comunismo, también halla tiempo para participar en las reuniones de la revista que creó para “hablar con la juventud”.
El título “Nosso Caminho”, elegido por Niemeyer, hace referencia “a los amigos y compañeros de ruta de la vida”, según dijo.
La revista trilingüe (portugués, español, inglés) comprende igualmente un cuaderno, Explicación necesaria, donde Niemeyer escribe sobre el proceso de creación de sus obras.
Nacido el 15 de diciembre de 1907 en Río, el arquitecto que diseñó la ciudad de Brasilia, concibió más de 600 proyectos arquitectónicos en todo el mundo.
Parala Argentina, y especialmente para Rosario, diseñó el Puerto dela Música, un grandioso auditorio a la vera del Paraná cuya puesta en marcha está demorada desde hace cuatro años por las turbulencias de la política, que parecen resultar tan perturbadoras como algunas de las crecidas del río cuando sobrepasan las marcas acostumbradas.
De esos proyectos, repartidos por todo el mundo, Niemeyer aún dirige personalmente varios, como la renovación del Sambódromo de Río, donde se desarrollan desde 1984 los suntuosos desfiles del carnaval y cuya renovación busca adaptarlo para los Juegos Olímpicos de 2016.
En agosto pasado, Niemeyer, que revolucionó la arquitectura moderna con sensuales curvas inspiradas, según él, “en el cuerpo de la mujer brasileña”, dijo a la prensa que aún hay cosas que querría hacer, como un “bello proyecto para Copacabana”.
“Una vez me preguntaron qué pensaba de la vida. Respondí: ¡Mientras tenga una mujer cerca de mí, que pase lo que sea!”, bromeó Niemeyer, también autor de la letra de una samba titulada Tranquilo con la vida, una canción optimista sobre un habitante de una favela que conserva la esperanza de un futuro más justo.
