Dos empresas holandesas acordaron con el gobierno de Nicaragua la realización de estudios de prefactibilidad para la construcción del canal interoceánico que tiene decidido el Ejecutivo, y cuya traza aún está en debate.
El convenio fue firmado por el vicecanciller, Manuel Coronel, y representantes de la empresa Ecorys y del consorcio Royal Haskoning-DHV, que invertirán 720.000 dólares para el trabajo, que durará seis meses y medio.
Los estudios iniciales servirán para determinar si el Gran Canal Interoceánico podría construirse en la zona del río San Juan, el lago Cocibolca y el istmo de Rivas, ubicados en el sur del país, una de las seis rutas posibles para el proyecto.
Coronel aclaró que la investigación no abarcará “estudios de profundidad ni de factibibilidad”, sino términos de referencia que indicarán estudios futuros más específicos.
Por su parte, el hidrólogo Henry Opdam, representante de Ecorys, explicó que el relevamiento incluirá aspectos ambientales, hídricos, técnicos, financieros, de impacto social y viabilidad financiera, así como diseños técnicos conceptuales de todas las áreas a estudiar.
“Los economistas del grupo van a estudiar el mercado internacional de transporte marítimo”, afirmó Opdam, que ratificó que la iniciativa prevé construir esclusas de dimensiones superiores a las del canal de Panamá.
El Parlamento de Nicaragua aprobó a comienzos de este mes la ley de régimen jurídico para la construcción del Gran Canal Interoceánico.
Según esa ley, el Estado nicaragüense tendrá el control del 51 por ciento del capital accionario del proyecto y sus socios el 49 por ciento restante.
El gobierno de Daniel Ortega adelantó que Brasil, Corea del Sur, China, Rusia y Venezuela expresaron interés en participar en la obra, cuya construcción llevaría no menos de diez años.
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