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Ni Unx Menos: mujeres y disidencias vuelven a las calles para reclamar contra la violencia machista

La cita en Rosario es este sábado, a partir de las 13, en Oroño y el Río para marchar hacia el Parque España donde habrá intervenciones artísticas y feria. Los femicidios y travesticidios, la feminización de la pobreza y el reconocimiento de las tareas de cuidado son algunos ejes de la convocatoria

Foto: Franco Trovato Fuoco

Desde las agrupaciones de género contabilizaron 154 víctimas de femicidios y travesticidios en todo el país hasta el 28 de mayo de 2023. A 8 años del primer 3J, mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries se reúnen este sábado una vez más en las calles para gritar Ni Una Menos. La cita en Rosario es a partir de las 13 en Oroño y el Río para marchar hacia el Parque España donde habrá una feria de la economía popular, stands informativos, intervenciones temáticas y artísticas más la lectura del documento. El boleto de colectivo será gratuito de 11 a 22.

En 2015 el femicidio de Chiara Paez movilizó de forma masiva y espontánea a las calles en un grito de hartazgo contra la violencia machista y bajo el pedido de “paren de matarnos”. La fecha se incorporó a la agenda feminista y marcó un hito en la historia del movimiento en Argentina. “Desde ese día cada movida feminista fue en ascenso y las demandas no cesaron, generamos resistencia ante la violencia por motivos de género en su forma más extrema”, dijo la referente feminista Majo Poncino.

“El #NiUnxMenos tiene un componente integrador, desde lo político, social y económico. La desigualdad persiste en la sociedad y esta situación se recrudeció con un feroz endeudamiento a partir de 2017 y con la pandemia. La crisis sanitaria fortaleció las redes comunitarias y feministas. Se presentaron nuevas formas de articulación para generar herramientas que puedan dar respuestas a las demandas de las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries”, resaltó. 

La precarización laboral y la feminización de la pobreza son parte de los reclamos de la jornada. “Nuestras demandas siguen más fuertes que nunca, atravesadas por una crisis económica que expone la violencia económica en nuestro país con más de 7 millones de niñes pobres, donde visibiliza el aumento de la feminización de la pobreza y donde más de 70 mil mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans e identidades no binarias hace décadas que trabajan más de 8 horas resolviendo la comida, con más de 6 millones de trabajadorxs de la economía popular donde más de la mitad son mujeres. Las condiciones materiales de vida de las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binarixs no mejoraron y para muches compañeres empeoraron como consecuencia de la pandemia”, agregó Poncino, y sumó el reclamo por la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI), la Ley Micaela, la implementación efectiva de la Interrupción Voluntaria del Embarazo y el reconocimiento económico de las y los promotores.

 

El rol de Justicia y la necesidad de funcionarios judiciales con perspectiva de género es otro de los ejes de la convocatoria. “La Justicia sigue mirando para otro lado, sigue ejerciendo violencia, busca disciplinar y no tiene una conducta reparatoria para las víctimas que día a día denuncian situaciones de violencia de género. Nos cansamos de exigir una Justicia con perspectiva de género, popular y comunitaria; necesitamos políticas públicas integrales con presupuesto efectivo en las que el Estado no llegue después de consumados los hechos”, señaló la referente.

En un año electoral, Poncino mencionó la violencia política y el aumento de poder de las derechas  que “siembran discursos de odio y desjerarquización contra las mayorías”. 

“Estamos en un momento de profunda tensión en el que necesitamos estar alertas, atentes y organizades para no retroceder en lo que tanta lucha y tanto dolor nos ha costado conseguir y para poder ir por lo que falta”, agregó.

Otro de los ejes del reclamo es el reconocimiento de las tareas de cuidado. “Los feminismos partimos de la base de visibilizar y valorizar la producción de bienes y servicios en nuestros hogares o las vinculadas al cuidado de las personas. Es necesario que se profundicen los cuidados colectivos y personales, además de sostener e impulsar políticas de fortalecimiento que, además de evitar muertes, ofrezcan vidas y territorios libres de violencias, eduquen en la igualdad y en la diversidad, a su vez que genera condiciones sociales y económicas para visibilizar las desigualdades, con inclusión y asistencia en el cuidado y educación de lxs hijxs, para fortalecer la prevención y la recomposición del tejido comunitario en los territorios, por eso decimos el cuidado es trabajo”, concluyó Poncino.

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