Economía

Dilema habitacional

Ni a la venta ni alquiler temporal: muchos propietarios cambiaron de idea y volvieron al mercado locativo

Dueños que habían retirado unidades del mercado de alquiler por considerar que no era una buena inversión, ahora decidieron volver. Hay una paulatina mejora en la oferta pero el problema persiste y no aparece en la agenda política


Alquilar una casa o un departamento se volvió un problema difícil de resolver para las familias argentinas y Rosario no escapa a esa realidad. Si bien desde las inmobiliarias reconocen que la oferta tuvo un leve repunte en los últimos meses, todavía está lejos de satisfacer la creciente demanda. Muchos de los propietarios que retiraron su unidad del mercado de alquileres para experimentar con la modalidad temporal o la venta, se arrepintieron con el tiempo y volvieron al mercado locativo.

Mientras este mercado transita por un sendero incierto y para los locatarios sigue siendo difícil encontrar un lugar donde vivir, tanto las cámaras inmobiliarias como agrupaciones en defensa de los inquilinos, coinciden en que la nueva Ley de Alquileres no está resolviendo la problemática habitacional. Pese a que el tema atraviesa al grueso de la sociedad argentina, por ahora no parece estar entre las prioridades del Congreso de la Nación ni de las principales fuerzas políticas de cara a las elecciones de este año.

El Índice de Contratos de Locación, que establece el porcentaje de aumento para la actualización anual de alquileres quedó al borde del 90% a principios de marzo. Por su parte, el último informe del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) expuso que los aumentos interanuales de unidades en alquiler en Rosario fueron de entre 100% y 130% para departamentos de uno, dos y tres ambientes. Los que más aumentaron fueron los monoambientes.

El sector inmobiliario reconoce que el acceso a la vivienda en la ciudad sigue siendo complicado, pero consideran que poco a poco la oferta se va restableciendo. Uno de los factores que colabora con esta situación tiene que ver con propietarios que habían retirado unidades del mercado de alquiler por considerar que no era una buena inversión y ahora decidieron ofrecerlos nuevamente.

Parte de ese universo se tentó con la idea de destinar su propiedad a la venta, pero en la mayoría de los casos las operaciones no se concretan con la facilidad que pronosticaron algunos gurúes económicos opositores a la Ley de Alquileres. Otros experimentaron con la posibilidad de obtener una renta en el mercado de alquileres temporales.

Alquiler temporal: un espejismo

En Capital Federal ya hablan de las plataformas Airbnb o Booking como alternativas al alquiler tradicional ante la falta de oferta. A nivel local, al parecer, esa posibilidad no tuvo demasiado éxito.

Al respecto, el referente de la Cámara Inmobiliaria Rosario (CIR), José Ellena, explicó: “Hubo gente que se fue al mercado de alquileres temporales, una modalidad que requiere una atención y mantenimiento permanente. Otra cuestión es que casi ningún edificio está autorizado al alquiler temporario. Es un abanico muy amplio que no es para cualquiera”

A su vez, destacó que muchos de los propietarios que retiraron su vivienda de las carpetas inmobiliarias, volvieron a ofrecerlas durante el último tiempo y eso generó mayor volumen de oferta, sobre todo para alquileres.

Según indicó, en un momento se dieron muchos casos de propietarios que retiraron su departamento del mercado de alquiler para irse al temporario. Pero aseguran que de ese universo, más de la mitad volvieron, por no tener los resultados esperados: no se han podido ocupar o no tuvieron buenas experiencias.

“Hay mucho más en ofrecimiento para alquiler”, sostuvo Ellena en diálogo con El Ciudadano y agregó: “En el sector inmobiliario casi ninguno se dedica al alquiler temporario. Es distinto el segmento vacacional que tiene más que ver con Funes o Roldán”.

Desde las inmobiliarias por ahora no ven ese fenómeno como una competencia. Más bien consideran que “lo que hacen es desbalancear el mercado”, ya que les quita propiedades que tienen bajo su radar para volcarlo a otro sistema de comercialización y en algunos casos les quita capacidad de acción.

“Cuando vieron que la actualización de alquileres empezaron a acercarse a la inflación, la gente volvió con las propiedades para alquiler. Pero fundamentalmente cuando ponían la propiedad a la venta, la tenían un año sin novedades, entonces volvían a ponerlas en alquiler”, analizó Ellena.

La última actualización de la página Airbnb indica que para la segunda quincena de marzo hay disponibles 640 unidades habitacionales en el Gran Rosario para alquiler temporario. Los precios van de 3 mil a 30 mil pesos la noche. Hay desde monoambientes hasta casas con pileta en Funes y Roldán. El volumen por ahora está lejos de las 15 mil unidades en locación disponibles en Capital Federal.

El Estado no registra

Por su parte, el coordinador del Consejo Asesor de Vivienda en la Oficina del Consumidor, Ariel D´Orazio, opinó del tema y manifestó: “El crecimiento paulatino de la oferta tiene que ver con pequeños propietarios que se cansaron de endeudarse con la vivienda en venta. Primero optan por ir estos alquileres temporales que violan la Ley y luego vuelven a los alquileres tradicionales”.

Desde este sector insisten con que muchos propietarios incurren en la especulación. En ese sentido, D´Orazio graficó: “A determinada hora de la noche, sobre todo en la costa central, muchas unidades se ven siempre con las luces apagadas, evidenciando que grandes propietarios especulan con el valor del suelo y lo resguardan como activo financiero desmadrando el acceso a la vivienda como la conocemos”.

Por último, el referente de inquilinos sintetizó: “Tanto para los temporales como en la especulación directa el Estado no controla, siendo que es algo absolutamente tangible y reconocido por cámaras inmobiliarias o colegios de corredores. El Estado aun así sigue inactivo”.

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