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Clásico rosarino

Newell’s: Villalba y Boyé fueron claves

El Mudo actuó como líbero y tapó huecos, mientras que el delantero complicó solo a la defensa rival.


1x1leprosoLucas Bernardi presentó variantes tácticas que le dieron resultado, pero más allá de la idea del entrenador de cambiar el dibujo, el éxito de la apuesta tuvo que ver con el rendimiento de dos jugadores que fueron claves: Hernán Villalba y Lucas Boyé.

El Mudo fue líbero en un dibujo táctico que puede leerse 3- 5-2 o 5-3-2. Y no falló. Su primera virtud fue estar atento a los cierres por detrás de Cáceres y Víctor López, evitando una jugada que en varios partidos y en el Clásico anterior lastimó demasiado.

Villalba además anticipó mucho de arriba, evitando así que Marco Ruben o Larrondo se movieran con tranquilidad y neutralizando en parte el pelotazo de Nery Domínguez que hizo daño en el Parque.

En tanto, Boyé tuvo un estreno de gran vuelo. El juvenil delantero apenas sumó tres prácticas con el plantel, pero jugó con autoridad un partido muy caliente y con mucha carga para la Lepra.

El atacante peleó mano a mano con Donatti y Pinola y ganó más de las que perdió. Pivoteó con criterio, aguantó la pelota para permitirle al equipo salir del fondo, y le dio una chance a la Lepra de hacer algo que estaba erradicado desde la llegada de Martino: salir con un pelotazo largo desde Unsain o cualquier defensor.

Y por si fuera poco casi se convierte en el héroe del partido con una media vuelta desde el borde del área que si no fuera por Caranta era gol.

Tal vez le faltó compañía en ataque porque Maxi Rodríguez no tuvo un buen partido y su primo Denis tampoco. Pero su presentación fue convincente y al ser un Clásico suma mucho más.

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