El Hincha

Liga Profesional

Newell’s tuvo un grito de desahogo en Liniers

Derrotó 1 a 0 a Vélez con gol de Juanchón y por momentos se pareció al de las primeras fechas

ROBERTO TUERO

Volvió el Newell’s de Sanguinetii, aunque ya sin Archu en el banco. El interinato de Tognarelli y los jugadores homenajearon al DT que se fue esta semana con un partido muy parecido a aquellos de inicio de torneo. Y el resultado fue una consecuencia de lo que sucedió en cancha. Victoria ajustada y merecida por 1 a 0 ante Vélez. Práctico y efectivo. Solidario. Poco vistoso, muy labororioso. Así jugó el elenco rojinegro para conseguir un triunfo estimulante de cara al choque inmediato de Copa Argentina, y tranquilizador para una búsqueda de DT donde Astore necesita tiempo.

Tognarelli tuvo una virtud, no quiso hacer magia. El DT interino no buscó tocar demasiado lo que proponía Sanguinetti. Tampoco le sobraban opciones para modificar demasiado la propuesta, pero no confundir a los jugadores fue una buena idea inicial.

Hubo un cambio, simple pero efectivo. El ingreso de Ferreira le dio más juego al equipo. Pero para evitar un desgaste físico del volante, el DT lo liberó de obligación de marca. Y con Ferreira suelto, Newell’s tuvo más juego, y Vélez no pudo monopolizar la pelota como intentó en el inicio del partido.

Una virtud de Newell’s fue saber ajustar en cancha los problemas que le presentó Vélez. Jacob la pasó mal un rato con Janson y las subidas de Ortega, hasta que encontró ayuda de Garro. Y después se afirmó, incluso pasando cuando pudo al ataque.

Newell’s fue un equipo prolijo, solidario para marcar y con mucha entrega. Más parecido a aquel de Sanguinetti de las primeras fechas.

Y ese copyright del ciclo anterior lo fue poniendo con chances de triunfo. Aunque necesitaba algo más que buenas intenciones. 

El tenso clima externo en Liniers ayudó. El golpazo contra Flamengo le dio poca paciencia a los hinchas locales. Y con el correr de los minutos, el entusiasmo pasó a se apuro y nervios. Mucho más cuando la Lepra le quitó la pelota y entendió que podía lastimar.

El gol de Juanchón fue otra muestra de recuperar la memoria. Panchito no demoró en tirar un centro a la corrida tras una buena jugada colectiva y el nueve martilló de cabeza a un Burián muy metido debajo del arco.

Y si Newell’s no sentenció el partido antes fue por su falta de claridad en los metros finales. Aunque también el palo le ahogó el segundo a Juanchón, mientras el pibe Aguirre, escurridizo e indomable, se nubló de cara al arco en dos contras con pinta de gol donde falló en el cierre.

Al final, la abundancia de atacantes propuesta por el Cacique Medina generó algún susto. El triunfo estuvo cinco minutos en zona de riesgo y ahí apareció Morales, con dos atajadas brillantes y un centro descolgado en una maraña de cabezas rivales.

El abrazo final de los jugadores tuvo mucho de desahogo. Newell’s necesitaba reencontrarse un rato y lo hizo. Y ahora mira el futuro con más optimismo -o menos pesimismo-. Y si mantiene la línea, superar el miércoles a Talleres por Copa Argentina será posible. Y Astore tendrá tiempo para no equivocarse en la elección del nuevo DT.

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