En tres fechas, Newell’s mostró distintas facetas. Y dejó en claro que para ser un equipo respetado y confiable, una de las virtudes debe ser adaptarse a las circunstancias y encontrar soluciones de inmediato. Ayer superó 2-0 a San Martín de San Juan con argumentos sólidos para subirse al lote de los punteros y salir de la zona de descenso directo. Un paso firme en un camino que recién empieza.
Gerardo Martino anticipó en la semana que en aquellos partidos en los que Newell’s debiera cambiar el plan de juego inicial, no se iba a poner en riesgo el resultado. Ayer, la Lepra cumplió al pie de la letra con esto.
Arrancó respetando su idea, en la que el dominio y la movilidad son argumentos primordiales. Así abrió el marcador con el cabezazo de Marcos Cáceres, quien apareció como delantero y definió como tal.
En el mejor momento, se quedó con un hombre menos por la roja de Víctor López a los 20 minutos de juego. El Tata no dudó y mandó a la cancha a Gabriel Heinze, aprovechando que tenía piezas de recambio con sobrada experiencia y jerarquía.
Elaboró una nueva estrategia para cuidar la ventaja más cerca de su área para intentar aprovechar la velocidad de Martín Tonso y Mauricio Sperduti, cosa que no salió del todo bien. Pero necesitó que la defensa luciera como ayer, destacándose también Nahuel Guzmán con oportunas intervenciones, Santiago Vergini sin fisuras y Leonel Vangioni aportando todo su espíritu.
Y cuando San Martín apretó en el complemento y empezó a arrimarse con algo de peligro al área, apeló a la individualidad de Ignacio Scocco, quien en su regreso a Newell’s y en su primera intervención de la noche, selló el partido con un terrible derechazo desde lejos que se clavó al ángulo.
La convicción del arranque, la predisposición al cambio de argumento, el mantener la diferencia con solidez y la jerarquía individual de algunos de sus hombres para definir el pleito en un momento clave. Newell’s crece con resultados y por ahora suma pensando en la tabla de abajo.
Comentarios