El Hincha

Copa Sudamericana

Newell’s priorizó el Clásico y lo pagó con derrota ante Libertad en el Coloso

Burgos entendió que debía guardar jugadores de cara al choque del domingo ante Central y Libertad le propinó un 3 a 1 durísimo. Un resultado que fue demasiado abultado por lo sucedido en cancha, pero golpazo al fin en la previa del choque con el Canalla


Franco Trovato Fuoco

Priorizó el Clásico y lo pagó con derrota. Burgos entendió que debía guardar jugadores de cara al choque del domingo ante Central y Libertad le propinó un 3 a 1 durísimo. Un resultado que fue demasiado abultado por lo sucedido en cancha, pero golpazo al fin en la previa del choque con el Canalla.

A veces los detalles marcan el destino de un partido, situaciones mínimas que hacen la diferencia. Y a este Newell’s que no le sobra nada, con poco se le complica todo. Burgos mandó un mensaje inicial: puso un equipo con muchos suplentes. El Clásico tiene demasiado valor y el DT entendió que podía resignar algo, o mucho, ante Libertad, aunque se trate de una Copa Sudamericana que no hace mucho estaba en lo alto de las prioridades.

Esa presencia de suplentes le dio un inesperado empuje inicial a Newell’s. Con menos desgaste físico y muchas ganas de jugar, Formica, Scocco, Marcioni y Cingolani pusieron al equipo en posición de ataque. La Lepra no jugó tan retrasado como en otros partidos, una buena señal.

Pero faltó terminación de jugada, más decisión en Marcioni para encarar el arco o más precisión en los centros. Y hubo una jugada clara, de esas que no sobran. La ejecutó Pablo Pérez con una precisión quirúrgica para dejar a Scocco con pelota dominada en el punto del penal. Y falló Nacho, a pesar de quedar frente al arquero, donde caso siempre es letal. Decidió mal, tardó mucho y Silva atajó.

No aprovechó su chance Newell’s y sí lo hizo Libertad. El medio para vulnerar a Aguerre no sorprendió a nadie. Como buen equipo paraguayo, la visita sacó rédito de un córner e inexplicablemente Bocanegra cabeceó solo frente al arquero leproso para poner el 1-0. Una llegada, un gol.

Inmediatamente Newell’s pudo igualar. Scocco habilitó a Formica y cuando el Gato intentó eludir al arquero cayó tras un contacto que pareció penal, aunque el árbitro entendió que no.

Cambió Burgos en el entretiempo. Ingresaron Cacciabue, Negri y Sforza, tras titulares guardados en la previa. Pero el empuje de la Lepra, ese ir hacia adelante, lo expuso y en una contra quedó en desventaja numérica y Martínez estiró la ventaja a un 2-0, a esa altura excesivo, pero un golpe difícil de asimilar.

Newell’s dio la cara. Buscó descontar. Y Libertad se sintió cómodo parado de contra. Y Scocco redondeó una noche negra. Mal ejecutados los córners y pésima ejecución de dos tiros libres de esos que en otros momentos eran medio gol. Para peor, el árbitro uruguayo se comió un claro penal por mano de Ramírez que podía meter en partido a Newell’s.

Expulsión de Capasso, gol de Bareiro para el 3-0 y al final un penal cobrado por el árbitro uruguayo que Maxi cambió por gol para que la derrota sea más digna.

El resultado condenó a Burgos. Su decisión de guardar para el Clásico tuvo como consecuencia una derrota, que lo deja muy alejado de las chances de clasificar en la Sudamericana. Y lo obliga a buscar un resultado positivo ante Central, al fin y al cabo el partido que el entrenador entendió que era prioridad.

La previa del partido

Se juega, no se juega. Cambia de horario por pedido de las autoridades provinciales o se suspende. Si cambia de horario el reglamento ampara a Newell’s para no jugar porque el martes enfrenta a Palestino en Chile.

En el Parque se habla sólo del Clásico. Es inevitable, es el partido que desvive a los hinchas, y también a los jugadores. El que desvela por días. El que entrega crédito a los entrenadores y directivos, o los pone en el centro de las críticas.

El cotejo que cambia humores por un semestre o por un año, ¿o acaso no es así? Y al acercarse el domingo, es imposible que el clima futbolero no tenga al partido con Central en lo más alto de la consideración.

Pero Newell’s tiene otro choque de trascendencia antes. Será ante Libertad de Paraguay, por la segunda fecha de la fase de grupos de la Sudamericana, un torneo que la Lepra puso desde hace un tiempo como un objetivo principal, aunque la salida de Kudelka y el inicio de un nuevo ciclo al mando de Germán Burgos haya generado dudas respecto a las posibilidades reales del equipo para terminar primero en el grupo y acceder al único boleto a la próxima ronda.

Burgos tiene un latiguillo: cada partido es una final. Y busca que el equipo salga con esa idea a la cancha. No tiene que ver con lo futbolístico, donde hay una deuda que no pagará con premura. Lo que pretende el Mono es que los jugadores dejen todo en la cancha, no se guarden físico ni alma. Y esa es una buena manera de encarar tres partidos seguidos donde habrá mucho en juego y faltará descanso.

La derrota ante Gimnasia dejó en claro que a Newell’s le falta juego. La idea del DT de ser compacto y ordenado a veces genera un retroceso en el campo que lo deja muy lejos del arco rival. Y en los dos últimos partidos se vieron señales de cansancio en Cacciabue, Sforza y Negri, y faltaron Pablo Pérez y Cristaldo, jugadores claves para plantar el equipo más adelante.

Libertad será un rival complicado. Y como ganó en el estreno ante Palestino, el partido en el Coloso cobra mayor trascendencia. Newell’s no puede perder, ninguna final admite eso. Pero este partido obliga a buscar una victoria, o en el peor de los casos un empate, ya que una caída alejaría a los paraguayos en la tabla y pondría a Newell’s en una situación de dependencia de otros resultados cuando apenas se inició la participación en el certamen.

Si al hincha le dieran a elegir entre ganar el Clásico o hacerlo ante Libertad, nadie dudaría en su respuesta. Por eso en la calle, en los pasillos del Coloso, en los bares y en los grupos de WhatsApp sólo se habla del choque ante el Canalla. Pero para Burgos el partido ante Libertad tiene mucho valor.

Porque no quiere dejar de lado un torneo valioso, al que no fue fácil acceder. Y el Mono sabe que en esta construcción del equipo que intenta lograr, las victorias permiten avanzar escalones y sumar optimismo, y una derrota genera dudas, en especial con un estilo de juego que no es demasiado seductor y se sustenta justamente a partir de los buenos resultados.

No es el Clásico, pero tiene importancia. Newell’s enfrenta a Libertad de Paraguay y seguramente lo que suceda desde el resultado va a ser importante para el futuro. El de la Lepra en el torneo sudamericano, y tal vez en el ánimo para encarar el partido ante Central del fin de semana.

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