Newell’s no tiene paz. El flojo presente deportivo va de la mano de una realidad económica preocupante, y lo institucional también hace agua. Y en medio de esta crisis interminable, cualquier esquirla duele.
No importa la culpabilidad o no. Tampoco el grado de responsabilidad de una dirigencia que a esta altura luce poco fiable. Cada noticia que involucra a la Lepra o sus directivos se propaga con una voracidad asombrosa y la primera impresión generalmente es pensar en la culpa absoluta.
Este viernes la bomba explotó cerca del mediodía. Surgió desde Tribunales y los primeros anuncios presagiaron otro problema de extrema gravedad. “Denuncia penal de Bellizia hacia Eduardo Bermúdez”, deslizaron fuentes judiciales.
Y al final no fue así. Es cierto que el presidente leproso y el secretario José Menchón están involucrados en el escrito que presentó el magistrado en Fiscalía para que se investigue un dinero que Superliga le envió a AFA para cancelar una deuda de Newell’s, sin autorización judicial. Pero enseguida se aclaró desde Tribunales que no había ningún tipo de denuncia penal contra los directivos.
¿Qué pasó? El juez Fabián Bellizia, quien está a cargo del concurso preventivo bajo el que se encuentra la institución del Parque Independencia, puso en conocimiento al Ministerio Público de la Acusación sobre la posibilidad de que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) haya incurrido en el delito de “retención indebida” y “desobediencia de orden judicial” al retener una suma de dinero que debía ser pagada a Newell’s como derechos de televisación.
Fuentes del Palacio de Justicia rosarino confirmaron que no hubo denuncia penal contra el presidente de Newell’s, Eduardo Bermúdez, ni contra la AFA. Lo que ocurrió fue que el juez Bellizia alertó al MPA sobre una maniobra económica que no había sido autorizada. Es que el dinero que le correspondía cobrar al club por derechos televisivos fue retenido por la AFA a modo de pago de parte de la deuda que el club mantiene con la máxima institución del fútbol argentino.
Esa deuda debe ser saldada de acuerdo a lo dispuesto por el “plan de cancelación de pasivo” establecido por sentencia en diciembre de 2013, ya que AFA es acreedor quirografario de Newell’s en la deuda preconcursal surgida en la “era López”.
Bermúdez y el secretario José Menchón ofrecieron a la AFA quedarse con el pago que le correspondía Newell’s por la televisación de los partidos a modo de saldar parte de la deuda. Y para el magistrado, esta forma de pago “resulta inviable por contrariar y apartarse del mecanismo de cancelación de pasivos dispuesto” al no cumplir con las “disposiciones de orden público propias de la legislación concursal”.
En el acuerdo entre Newell’s y AFA, donde se cancela una deuda cercana a los 9 millones de pesos, la dirigencia establece que lo firmado requiere de aprobación de comisión directiva y autorización judicial, algo que no ocurrió, por lo que la retención de dinero que hizo AFA sería indebida y la Superliga, que envió el dinero, estaría en falta ya que Bellizia informó mediante oficio a ambas entidades que el dinero de derechos de TV debe ser remitido inexorablemente a la cuenta judicial, y al no hacerlo Superliga estaría incumpliendo una orden judicial.
Bellizia hizo la presentación por considerar que “podría configurar un supuesto de retención indebida en virtud de que se retiene deliberadamente una suma dineraria que le corresponde a la concursada y que resulta de medular importancia para la cancelación de sueldos atrasados, encontrándose quien la retiene en pleno conocimiento de que no poseía derecho para ello”.
El magistrado también advirtió que la retención podría implicar “desobediencia de una orden judicial” ya que el Tribunal había “ordenado a dichas entidades que se abstengan de realizar descuentos o retenciones sobre las sumas que le corresponden al Club Atlético Newell’s Old Boys”.
El caso quedó en manos del fiscal Gustavo Ponce Azahad, quien ahora deberá determinar si AFA y Superliga incurrieron en alguna falta de gravedad, y si Eduardo Bermúdez y José Menchón tienen responsabilidad en esa posible retención indebida de fondos por parte de la entidad madre del fútbol argentino.
