El Hincha

Copa Liga Profesional

Newell’s no supo aprovechar sus chances, perdió con Gimnasia en el Bosque y se quedó sin cuartos

Fue una derrota 3 a 1 que golpeó duro. Porque desnudó cierta falta de jerarquía de algunos futbolistas y obligará a Sanguinetti a repasar necesidades a la hora de reforzar el equipo si quiere dar un salto de calidad por encima de lo que fue una muy buena campaña inicial


Juan José García
Lamentarse no sirve de mucho. Saber que tenía picado el boleto a cuartos y lo dejó escapar genera bronca y decepción. Newell’s estuvo muy cerca de lograr la clasificación. Tuvo el partido servido en bandeja en La Plata y lo dejó pasar. Y el castigo fue una derrota 3 a 1 que golpeó duro. Porque desnudó cierta falta de jerarquía de algunos futbolistas y obligará a Sanguinetti a repasar necesidades a la hora de reforzar el equipo si quiere dar un salto de calidad por encima de lo que fue una muy buena campaña inicial.
Newell’s consiguió demasiado rápido lo que necesitaba. A los 2 minutos, tras una gran jugada colectiva lleba de toques, Pablo Pérez definió de zurda para una ventaja inicial que parecía una bendición y destrababa presiones.
Gimnasia reaccionó por el golpe, sabiendo que no había mañana. A exponerse, matar o morir. Y pudo haber quedado rápido en la lona. Porque la Lepra tuvo tres situaciones claras para anotar el segundo gol y hacer la diferencia mucho más amplia.
Ahí apareció la ineficacia. Primero Morales despejó en la línea un remate de García, tras un rebote de Rey. Enseguida lo inexplicable, Juanchón rompió el achique y quedó de cara al arquero rival, podía cederle el balón a Garro -en soledad-, pero optó por eludiar al arquero y su remate encontró una salvada del arquero rival. Inmediatamente Garro cabalgó solo de cara al gol, pero dudó cómo definir y terminó reventando la pelota contra el cuerpo de Rey.
Perdonó Newell’s, revivió el Lobo. Carbonero explotó su velocidad y expuso debilidades. Y en un centro pasado dormió Luciano y Eric Ramírez puso el 1 a 1 para dejar el partido abierto. Gimnasia vio a Newell’s golpeado y fue por la victoria. Pero Arboleda lo impidió con un par de buenas atajadas a Tarragona y Ramírez.
El partido se quebró rápido. De ida y vuelta sin que nadie pusiera una pausa, a excepción Pablo Pérez o Brian Aleman. Con Castro una vez más desaparecido y Panchito González fallando en cada decisión. Gimnasia entendió que tenía una chance de ir por la clasificación y fue por ese boleto. Y rápidamente tuvo su premio.
Dos pelotas paradas, partido sentenciado. Y el que vulneró a la Lepra fue un Sosa. Primero tras buscar espacio para un remate en el área sin que nadie le hiciera sombra y definir fuerte abajo. Luego con un córner que pasó a todos y lo encontró en soledad en el segundo palo para un 3 a 1 impensado cuando la segunda parte recién amanecía.
Extrañamente Sanguinetti demoró en los cambios. Y esta vez lo pagó muy caro. Newell’s entró en zona de nervios. Se fue del partido. Y Pablo Pérez se hizo echar para desechar cualquier intento de reacción.
El tardío ingreso de Sordo le permitió tener alguna chance de descontar y obligó a la expulsión de Gerometta, para quedar diez contra diez. Pero las victorias de Argentinos y Defensa ponían en misión imposible la chance de clasificar.
Y así, entre la ineficacia, los nervios, la impotencia y un final lleno de errores, Newell’s se quedó con las manos vacías y lleno de bronca. Porque en el momento que tuvo que demostrar si estaba para más, quedó claro que no.

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