La salida de Rolando Schiavi dejó un hueco en el fondo que Javier Torrente aún no pudo cubrir. Y mientras espera con ansiedad la llegada de un marcador central, el técnico apeló a la experiencia de Diego Mateo para jugar en el fondo y de a poco el roldanense se está acomodando a un lugar que le resulta poco habitual.
—Sin quererlo le solucionaste un problema a Torrente al adaptarte como marcador central.
—Puede ser. Sabemos que la dirigencia está buscando un central, pero en la medida que el técnico me necesite no tengo problema en jugar allí. Me siento cada día más cómodo. Me estoy acostumbrando al puesto y es bueno darle una alternativa al entrenador.
—En este amistoso ante los paraguayos se te vio mucho más cómodo, más adaptado al puesto, ¿es así?
—Sí, es un poco lo que venía haciendo en el último tiempo cuando jugaba de cinco retrasado y cubría los relevos de los centrales. Muchas veces aparecía como zaguero. La diferencia es que en esa posición no podés fallar porque un error puede costar muy caro. Hay que ser un poco más tiempista, resolver más rápido y utilizar un poco más el cuerpo. Veremos qué pasa a la hora de la verdad y si me toca estar ahí espero que me salgan las cosas bien.
—¿Tu mayor déficit para jugar de zaguero es la falta de juego aéreo?
—Por supuesto. Lo ideal sería medir arriba de un metro ochenta y cinco. La posición exige ser fuerte en la parte aérea. De todas maneras si uno tiene al lado a otro defensor de buena altura el problema no es tan grave. Hay que hablar mucho, saber complementarse con el compañero y tratar de que las limitaciones no se noten.
—¿Cuál es la mayor diferencia que encontrás entre jugar de cinco y de dos?
—Jugar de último hombre te obliga a hablar más. Uno tiene una mayor visión de todo y la comunicación con los compañeros es muy importante. Y hay que llevar las equivocaciones al mínimo posible para que no duelan tanto.
—¿Cómo ves a Villalba como volante central?
—Hernán es un chico que sabe escuchar. Es humilde y tiene grandes condiciones. Habrá que ordenarlo, como en algún momento me ordenaban a mí el Flaco (Schiavi) o Agustín (Alayes). El que está atrás tiene una mejor visión, pero confío en que va a rendirle al equipo.
—¿Pensás que se hicieron las cosas bien como para tener un buen arranque?
—Creo que sí. Mantuvimos una buena parte del plantel y los refuerzos que llegaron se están adaptando muy bien, tanto dentro como fuera de la cancha. Me parece que vamos por buen camino, ojalá podamos arrancar bien los primeros partidos, eso nos va a dar mucho empuje. Uno espera no volver a pasar lo del torneo pasado.
—Después de un torneo tan malo, ¿toman este Apertura como una revancha o no quieren ponerse tanta presión?
—Creo que todos estamos esperando tener una revancha. Tuvimos un semestre muy malo y no queremos repetir algo igual. Ni por nosotros ni por la gente.
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