El Hincha

Copa Liga Profesional

Newell’s fue pura efectividad en el Coloso y se terminó floreando ante Atlético Tucumán

La Lepra se impuso 4-0 ante su público, que festejó de entrada con el gol de Garro al minuto y comenzó a saborear la victoria con una joyita de Castro antes del descanso, luego de que el Decano fallara dos o tres chances claras para igualarlo. En el complemento aumentaron Sordo y Funez

Franco Trovato Fuoco

Suma y sube. Gana y se fortalece. No siempre luce, pero es eficaz y tiene futbolistas que pueden marcar la diferencia en un abrir y cerrar de ojos. Newell’s derrotó con autoridad a Atlético Tucumán y se instaló en la zona alta de la tabla de posiciones, aunque todavía presenta algunas dudas como equipo como para que los hinchas no gasten a cuenta. Pero la ilusión está, tras tiempos de adversidades, y un 4 a 0 entusiasma incluso al más escéptico.

Garro le simplificó a Lepra el problema de estar en ventaja en un partido donde tenía chapa de candidato. El gol tempranero del delantero, con una gran acción individual que culminó con un certero derechazo, puso al Rojinegro arriba cuando aún no iban ni dos minutos de juego en el Parque. Pero contrario a lo imaginado, ese festejo inicial no fue positivo.

Newell’s abusó de la confianza que le daba el 1-0 y ciertas facilidades que entregaba la defensa visitante. Parecía que si apretaba, podía llegar el segundo gol. Pero se preocupó más por florearse con la pelota que por anotar. Y Atlético vio la puerta entreabierta y se decidió a meterse en el partido.

Y mereció empatar, sin dudas. Hubo 10 minutos de dominio futbolístico y psicológico del Decano. Pero ahí dejó en claro los problemas para definir que tiene, con algo de poca fortuna también. Carrera metió un tiro libre en el travesaño, Andrada cabeceó cerca del palo, y otra vez Carrera le dio con comba y la pelota pasó por todo el arco y de milagro no se metió en el segundo palo. Y en una pelota parada más -un problema para Newell’s-, Lema salvó el gol sobre la línea.

La buena noticia para Newell’s fue que el rival era Atlético, un equipo con muy poca jerarquía que lo perdonó. Y la Lepra decidió terminar con el sufrimiento. Garro sacó un centro pasado a la carrera y Castro hizo magia para pegarle de primera casi sin ángulo y meterla en el arco en el único hueco posible. Un remate exquisito para un 2-0 a esa altura inalcanzable para la ineficacia de los tucumanos.

El segundo tiempo sólo sirvió para fortalecer conceptos. Y levantar aún más el ánimo de todos. Pérez se consolidó en el manejo, Castro se divirtió con la pelota, el pibe Luciano se afirmó como opción en el lateral, Panchito corrió con más sentido y la defensa siguió mostrando algún desacople, imperceptible por la baja calidad del rival.

Y hubo un rato para que se luzcan los pibes desde el banco. Sordo demostró con gol por qué Sanguinetti confía en él y Funez hizo un gol de nueve para que los hinchas pidan aún más por él. Y Reasco, con pocos minutos, esta vez aportó lo suyo.

Goleada que entusiasma. Por la tabla y la cercanía del Clásico, el partido que se jugará en el Gigante de Arroyito el próximo domingo 20 y le quita el sueño a todos los hinchas rosarinos.

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