Convicción para mantener las formas. Paciencia para no desesperarse y tampoco claudicar en su intención ganadora. Oportunismo para abrir el marcador cuando el panorama empezaba a ponerse difuso. Resto físico y soberbia deportiva para sentirse superior, minimizar los esfuerzos del rival y justificar la diferencia final. Un Newell’s solidario y serio, como quiere su técnico, se impuso ayer 3-0 a Banfield en el Parque de la Independencia para compartir la punta con Boca.
El triunfo consolida y ratifica el momento rojinegro, y, casi sin quererlo, agiganta su figura de protagonista. Porque aunque el discurso sea mesurado y el objetivo engrosar el promedio, la Lepra trepa en la tabla y argumenta su puntaje con actuaciones convincentes. Y cuando no logra su mejor versión, igual se las rebusca para superar a Racing o arañar un punto en Mendoza.
Banfield no le planteó un partido sencillo. Agrupó diez jugadores en su campo y quiso que Newell’s tuviera el dominio territorial y la iniciativa. Pero cerró tantos los espacios que la Lepra no encontró el hueco para el pase preciso entre líneas de Lucas Bernardi o Pablo Pérez y lo llevó a rematar desde lejos. Y como carece de un talento individual para desnivelar con gambeta (Leandro Torres tiene todo para serlo, pero le falta moral) o de ‘extremos’ confiables (Mauricio Sperduti no mantiene una regularidad en su juego) como para abrir la cancha, sistematizó la fórmula de ataque y cayó en la trampa banfileña.
El tanto de Santiago Vergini, quien ya había insinuado con un remate en el arranque del complemento, no pudo ser más oportuno. Newell’s se soltó, se sintió seguro con la ventaja y encontró los espacios para explotar sus virtudes. Pudo aumentar con un remate de Juan Domínguez, un cabezazo de un seguro Guillermo Ortiz y una corrida de Sperduti que definió cruzada y se fue cerca. Banfield exigió a Sebastián Peratta y éste respondió, para demostrar que Newell’s garantiza rendimientos en todas sus líneas.
Lo mejor quedó para el final. Una gran jugada colectiva (participaron seis futbolistas en velocidad y precisión) derivó en la segunda conquista, que empujó Fabián Muñoz. Y hasta Víctor Aquino se sacó la ‘mufa’ y metió el tercero de cabeza (después se iría expulsado). Newell’s crece, encuentra respuestas, tiene reacción, templanza y solidaridad. No le teme al protagonismo, no le esquiva a la responsabilidad. Y se permite soñar despierto.
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Síntesis:
Newell’s: Sebastián Peratta; Santiago Vergini, Guillermo Ortíz, Hernán Pellerano, Juan Domínguez; Hernán Villalba; Pablo Pérez, Lucas Bernardi, Leandro Torres; Mauricio Sperduti y Maximiliano Urruti. DT: Gerardo Matino.
Banfield: Christian Lucchetti; Mauro Dos Santos, Agustín Alayes, Marcelo Bustamante, Nicolás Tagliafico; Marcelo Quinteros, Walter Acevedo, Roberto Brum, Juan Eluchans; Jonathan Gómez; Hernán Rodrigo López. DT: Eduardo Acevedo.
Goles en el segundo tiempo: 23m. Vergini (N); 42m. Muñoz (N) y 46m. Aquino (N).
Cambios en el segundo tiempo: 14m, Martín Tonso por Torres (N); 16m, Facundo Ferreyra por Acevedo (B); 27m, Jorge Achucarro por H.R.López (B) y Julián Guillermo Rojas por Eluchans (B); 34m, Fabián Muñoz por Urruti (N) y 40m, Víctor Aquino por Sperdutti (N).
Cancha: Newell’s.
Arbitro: Mauro Vigliano.
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