El Hincha

Newell’s reaccionó y empató 2 a 2 con Arsenal

El equipo de Sensini lo perdía 2 a 0, pero en el segundo tiempo llegó a la igualdad. Leguizamón y Obolo marcaron para los de Alfaro, mientras que Cobelli y Almirón lo hicieron para la Lepra. Sperduti se fue expulsado. Un DT conforme

Newell's pudo rescatar un empate.

Por Mariano Faurlin.- No dio el paso que quería para salir de la malaria, pero avanzó algo. Sufrió, como siempre, por un primer tiempo espantoso. Pero con actitud, hoy lo único a lo que puede apelar, logró remontar un partido en el que estuvo para el cachetazo. Newell’s empató 2-2 con Arsenal en el Coloso. La lectura conformista diría que, al menos, dejó de perder.

A la Lepra le entran todas las balas. Está desnudo y humillado. Tiene vergüenza. Mucha. Y por eso encuentra en el amor propio el único argumento para salir de este momento negro. Futbolísticamente, está atado a sus inmensas limitaciones. Todos saben que, en cualquier momento, le hacen un gol. Tarde o temprano, de cabeza o con el pie, de penal, de tiro libre o en contra. No importa la forma, el resultado siempre es el mismo. Y el rival de turno, ayer Arsenal, sale a la cancha sabiendo que tiene un gol de ventaja.

No arrancó como un partido complicado. Pero en tres minutos todo se fue por la barranca. Primero, con un soberbio tiro libre de Luciano Leguizamón desde el borde del área que se clavó en el ángulo. Y enseguida, con un contragolpe que encabezó Leguizamón y que encontró a Mauro Obolo sin marcas, por lo que sólo tuvo que empujarla para el 2-0. A Newell’s se le vino el mundo abajo.

Encima, tampoco liga. Porque pese a su falta de ideas, tuvo algunas chances en el primer tiempo. Pero Cristian Campestrini se lo sacó dos veces a Juan Manuel Cobelli y Sergio Almirón metió un buen cabezazo que se fue cerca.

Pero en el segundo tiempo la historia cambió. Pudo ser la charla en el entretiempo, el ingreso de Néstor Camacho o que afloró el amor propio. O quizás simplemente se alinearon los planetas. La cuestión es que en ocho minutos Newell’s empató un partido que estaba más cuesta arriba que nunca. El descuento llegó luego de un remate de Camacho y un rebote de Campestrini, para que Cobelli, de arremetida, encendiera la ilusión. Y lo empató Almirón, entrando por el segundo palo y con un remate bajo.

No le alcanzó a Newell’s con el envión ni con el apoyo de la gente para lograr la victoria que tanto ansiaba. La roja a Mauricio Sperduti puso zozobra en el final. Pero al menos mostró que todavía le queda de corazón, vergüenza y orgullo. Algo es algo.

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