Regreso con reunión y las mismas caras de siempre. El plantel rojinegro comenzó ayer los trabajos de pretemporada sin novedades respecto de refuerzos ni ventas de jugadores y con la inquietud del plantel y el cuerpo técnico en cuanto a la complicada situación financiera que atraviesa el club.
Tal como estaba previsto los futbolistas fueron arribando a Bella Vista cerca de las 9.30, horario estipulado para el inicio de la actividad, con la única ausencia de Agustín Alayes, quien por estas horas está acordando la rescinción de su contrato para sumarse al Colo Colo de Chile (ver aparte).
Pero el inicio de la actividad encabezada por el nuevo preparador físico, Rubén Olivera, debió esperar un buen rato, ya que el plantel mantuvo una extensa charla de casi una hora con el tesorero Jorge Ricobelli, donde se planteó la inquietud del grupo por algunos pagos atrasados, y en la cual el directivo le pintó un panorama nada sencillo desde lo económico, aunque con una buena perspectiva en caso de realizarse la transferencia de Mauro Formica al Galatasaray.
“Tuvimos una charla como en cada inicio de pretemporada. No hay que dramatizar. Nosotros le planteamos la situación del club y ellos también comentaron inquietudes. Acá nadie debe cinco meses como se dijo por ahí, hay algunos atrasos y lo vamos a cumplir”, comentó Ricobelli, quien más allá de presentar un panorama complejo, trató de bajar los decibeles de la charla.
“Estamos tranquilos. Sabemos la realidad económica del club y entendemos que la dirigencia quiere cumplir, y aquí incluyo a cuerpo técnico, utileros, médicos y todos lo que trabajan con nosotros. Acá primero hay que responderle al plantel, sostener esto, que los que están acá estén contentos, que tengan todo al día. Después se verá si llegan refuerzos o no”, señaló Lucas Bernardi, admitiendo que la charla transitó por el tema económico y dejando en claro el apoyo de este grupo a la dirigencia.
Y un rato después arrancó el trabajo, que hasta el domingo será en Bella Vista y a partir de la próxima semana tendrá epicentro en Mar del Plata. A la espera de algún refuerzo y de una posible venta que permita acomodar una economía castigada.
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