San Antonio parece haberle sacado un final favorable a la crisis con Kawhi Leonard, quien se encaprichó en dejar la franquicia texana, no quiso renovar y pidió ser traspasado. Popovich y los Spurs esperaron, analizaron y terminaron realizando el mejor negocio que podían conseguir.
Como primera medida, enviaron a Leonard a Toronto Raptors, cuando el alero prefería Los Ángeles o Filadelfia, pero además consiguieron a DeMar DeRozan, de enorme temporada en el elenco canadiense. Detalle: mientras Leonard quedará libre en un año, DeRozan tiene tres años de contrato.
Por su parte, los Spurs mandan a Toronto al veterano tirador Danny Green y suman a un joven interno talentoso como Jakob Poetl y una primera ronda protegida de 2019.
San Antonio no tenía salida en el caso de Leonard, por lo que la apuesta de Toronto es mucho más arriesgada que la de los Spurs.
Ahora, a la espera de saber de Manu Ginóbili sigue o no, la única duda sobre los fichajes de San Antonio es cómo trabajarán juntos otra vez DeRozan y Rudy Gay, quienes en Toronto no rindieron bien juntos.
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