Hora de ganar, para evitar que las dudas aparezcan, en especial con la cercanía de los octavos de final de la Sudamericana. Newell’s visita a Independiente desde las 20 con la obligación de sumar para no perder tanto terreno en la tabla de clasificación a las Copas 2024. Ya son cinco partidos sin victorias por la Liga, demasiados.
Tras experimentar ante Central Córdoba en Santiago, Gabriel Heinze volverá al esquema tradicional 4-3-3, con el posible regreso de Juan Sforza tras cumplir una suspensión y sufrir una lesión posterior. Al Gringo le cuesta horrores encontrar un relevo confiable de Sforza, y para peor se le lesionó Iván Gómez. Portillo no lo hizo tan mal contra el Ferroviario, pero las características son distintasm y la Lepra lo sintió.
Con Jherson Mosquera suspendido por acumulación de tarjetas, Armando Méndez tiene garantizada la titularidad, seguramente con Gustavo Velázquez, Guillermo Ortiz y Bruno Pittón. Si juega Sforza, los internos serían Cristian Ferreira y Lisandro Montenegro o Portillo, aunque este último acumula cuatro partidos seguidos y esta vez pinta para descansar un poco en el banco.
Arriba, Brian Aguirre y Jorge Recalde sin titulares. Y sin Sordo, esta vez jugaría Pérez Tica. La otra opción es que juegue Portillo, y dejar el descanso para el partido del lunes ante Atlético Tucumán en el Coloso.
Más allá de la alineación, la otra preocupación es el funcionamiento. Y ahí Heinze no está tan preocupado, ya que los rendimientos fueron tan malos. Faltó eficacia ofensiva, en especial en el último partido ante los santiagueños, donde fue figura el arquero rival. Sí debe preocupar algunos desacoples defensivos. Lo confesó el Gringo luego del empate 2 a 2 ante Gimnasia. Una virtud de la Lepra en el torneo que no se vio en los dos últimos partidos, donde recibió 4 goles.
Hay algo más. Los arbitrajes perjudiciales que lo hicieron perder puntos. Pasó con Unión y un gol lícito invalidado por una supuesta posición adelantada de Ramiro Sordo; también con Huracán, con expulsiones que fueron y las que no y debieron ser. Y con Central Córdoba ni hablar, con un claro penal por mano que ni Trucco ni el VAR vieron, o no quisieron ver.
Demasiadas circunstancias como para garantizar la victoria. Aunque tampoco hay que vivir de excusas y no es malo reconocer errores individuales o de funcionamiento. Y tampoco se puede pensar sólo en la Sudamericana. Porque ganarla o llegar bien lejos es una motivación innegable, pero Newell’s no puede atarse sólo a eso.
Independiente no es un trámite fácil. Pero la Lepra necesita superarlo para seguir cerca de zona de Copas. Si gana, queda ahí nomás. Si pierde, estará debajo de la mitad de la tabla. Y la campaña empezará a verse mal.
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