Para los norteamericanos las finales de básquet (como la de béisbol y fútbol americano) son una cuestión de estado prácticamente. Ya sea en su máximo nivel, la NBA que está próxima a comenzar los playoff, o en el básquet universitario.
La NCAA nutre permanentemente a la NBA (de allí salieron desde Michael Jordan a LeBron James entre otros) y por eso es seguida por millones de fanáticos. Más si es en instancias finales. Por eso no extrañó que anoche en el Realing Stadiun de la ciudad de Houston hubiera 65 mil espectadores para seguir la definición del Final Four.
Allí, fue la Universidad de Connecticut quien se quedó con toda la gloria al vencer esta madrugada a la de Butler por 53 a 41 para así obtener el título de la Liga Universitaria de Básquetbol (NCAA).
El escolta de Connecticut, Kemba Walker (16 tantos y 9 rebotes), fue elegido el jugador más valioso (MVP) de la final.
Para Connecticut, fue el tercer título que conquista, ya que anteriormente lo logró en 1999 y 2004, siempre con Jim Calhoun (68 años), quien se erigió en el entrenador más veterano en conquistar el torneo universitario.
La final fue una de las más flojas de los últimos años, ya que los dos equipos estuvieron erráticos y desacertados, aunque UCOM en el segundo tiempo mejoró su rendimiento y justificó el triunfo.
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