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Navidad por las nubes: vienen nuevas subas de nafta, gas y energía

El ajuste en los combustibles que se “pasó” a diciembre será el cuarto de 2017. El precio ya subió un 60 por ciento en dos años.


El precio de los combustibles cerrará 2017 con fuerte suba en los últimos dos años. El incremento desde fines de 2015 fue hasta ahora del 60%. Pero hay más. Es que en diciembre podría darse un nuevo aumento del 10%. Para peor, esta vez eso se dará de la mano de un ajuste en la tarifa de Litoral Gas y el costo mayorista de la energía. El “combo” amenaza con golpear fuerte en la inflación de los próximos meses.

Según apuntan los grandes medios nacionales, por cuarta ocasión en el año las petroleras ajustan detalles para subir en diciembre los precios de las naftas entre un 6% y un 10%, motivados por el alza internacional del crudo.

El día después de las elecciones de octubre, las naftas y el gasoil aumentaron entre un 9% y un 12%. Horas más tarde, el presidente de la petrolera estatal YPF, Miguel Gutiérrez, presentó el Plan Estratégico para los próximos cinco años de la compañía y aseguró que no veía un mercado donde todos los meses hubiera cambios en los surtidores. Sin embargo, el incremento que se viene será la segunda actualización desde aquella frase, ya que a principios de noviembre hubo una reducción de 1,5% en las naftas por la baja de los precios de los biocombustibles, resuelta por el Ministerio de Energía.

La parcial marcha atrás de Juan José Aranguren de la semana pasada, frente al reclamo de los productores de biocombustibles –que a principios de este año vieron caído el comercio con Estados Unidos y ahora enfrentaron este nuevo disgusto– provocó la crítica de YPF, que ya analiza el impacto en sus costos.

Lo cierto es que cuando en los próximos días se concrete el ajuste, la nafta argentina, que ya es la segunda más cara en América Latina (a u$s 1,25 el litro, en línea con Chile y Brasil), se pondrá a la altura del precio de Uruguay, el país más caro para cargar combustibles en la región.

En 2016, la nafta aumentó un 33% y quedó por detrás de la inflación. En el corriente año, la suba fue de 27% y, si la próxima actualización fuera de 10%, quedaría en 37%, muy por arriba de la cifra que mostrará el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

En ese marco, los ajustes impactan, en forma directa, al llegar a la estación se servicio a cargar combustible. Pero también provocará un efecto cascada.

El incremento en la nafta súper de YPF (que en Rosario roza hoy los 24 pesos) elevará una vez más las multas de tránsito en la ciudad. Desde el municipio recordaron que el traslado automático del porcentaje de esa suba al valor de las sanciones rige desde 2014.

Por entonces, tras la sanción de una ordenanza en el Concejo, se pasó de un monto mínimo y máximo estable a un sistema de unidades fijas que varía al ritmo del combustible. Las sanciones más graves (como correr una picada en la calle) llegan hoy a casi 11 mil pesos

En tanto, el incremento del gasoil (pese a que está subsidiado) presiona sobre el costo del boleto del colectivo del transporte público. La tarifa está largamente desfasada y el municipio sostiene mes a mes el déficit del sistema con fondos propios. Todo indica que el primero de enero de 2018 el boleto se ajustará otra vez.

El economista y asesor financiero Salvador Di Stefano recordó que el gobierno nacional liberalizó el precio el precio del petróleo. De allí que las subas no sorprendan. “Hace dos años el barril estaba 30 dólares. Y hoy está 60. Esa es la explicación de lo que pasa”, apuntó.

El asesor financiero pintó un panorama sombrío para los próximos tres meses. Es que, a la par del combustible, Litoral Gas ya anunció que ajustará su tarifa un 37 por ciento el mes próximo en todas las localidades donde entrega el servicio.

Mientras que la EPE también podría aplicar un nuevo aumento desde diciembre, si traslada aunque sea en parte, el ajuste que anunció Nación en el costo mayorista de la energía.

“A todo eso hay que agregarle que en febrero, a la par de los combustibles, va haber más incrementos de gas y luz. Con lo cual todas esas subas se van a trasladar a los precios, lo que va a llevar a una inflación no menor del siete por ciento de acá a las Pascuas”, aventuró Di Stefano.

“Si a eso le sumás que hasta esa fecha no habrá incrementos paritarios, la situación se complica. Se viene una merma importante en el consumo, peligra el pago de impuestos de muchos empresarios y varias fuentes laborales”, agregó.

En ese marco, el economista señaló que en Rosario el escenario puede ser peor. “Tenemos una seca muy importante en toda la región. Y está en peligro la producción de soja y maíz. Además, la tasa está muy alta y el tipo de cambio bajo, lo que agrava aún más la situación”, dijo.

Por su parte, Alfredo Vivono, de la Oficina Municipal de Defensa al Consumidor, sostuvo que en el caso de los combustibles el ajuste impactará con fuerza la logística y el supermercado. “El precio de la nafta en Argentina está hoy por encima de lo que sucede en muchas otras partes del mundo. Y no hay justificativos reales para que eso suceda”, conjeturó.